A medida que los ciudadanos catalanes llenaban las puertas de las conselleries y departamentos registrados por las fuerzas de seguridad del Estado para protestar contra la detención de dieciséis cargos del Govern y la persecución del material para el referéndum, también lo hacían a partir de las 19:30h los ciudadanos madrileños en la Puerta del Sol, acompañados de representantes de Podemos, el PNV, ERC y el PDeCAT. Es así como una revuelta contra el intento de Mariano Rajoy de laminar el 1-O se ha convertido en una reivindicación contra el Gobierno, bajo una bandera compartida –la estelada– y una consigna común –el derecho a decidir.

"Fuera de fascistas de nuestros barrios", gritaban algunos ciudadanos envueltos con otros símbolos como la bandera republicana, la catalana, la comunista, y pancartas de la misma plataforma que el domingo convocó en Madrid un acto por el derecho a decidir –ignorando entonces la prohibición del juez José Yusty. La plaza se empezaba a llenar, sin embargo, con un tono agrio por la acción de la Policía pidiendo DNI. "Es una manifestación ilegal", explicaba una señora, con una voz que se volvía tenue a medida que los convocados gritaban "no, no, no al Estado de excepción. Gobierno dimisión!!.

Así las cosas, la concentración no ha provocado disturbios, sino que incluso ha dejado estampas para el recuerdo con la participación de caras conocidas, como la de la periodista Karmele Marchante, que exhibía unos pendientes con la bandera estelada y un cartel de "Queremos votar. Hay que derrotar la ofensiva franquista del Partido Popular en Catalunya". Este es un eslógan que a lo largo de la tarde también han cantado algunos de los ciudadanos, al grito de "no pasarán", como emulando los tiempos de la Guerra Civil y la resistencia republicana en la capital del Estado, contra la acción del bando nacional.

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