La travesía del desierto del PSC viene de lejos, hace más de once años que dura. Desde el 2008 que los socialistas catalanes no ganan unas elecciones en Catalunya. Fue con Carme Chacón como cabeza de lista en el Congreso, cuando 1,6 millones de catalanes, casi la mitad de los que participaron, escogieron la papeleta del PSC. A partir de ahí empezó la caída libre, perdiendo por el camino a un millón de electores. Ahora, a las puertas de un nuevo ciclo electoral, el PSC cree que ha vuelto su momento y se propone "volver a ser el primer partido de Catalunya". Es más, asegura "estar preparado para encabezar el Gobierno de Catalunya".

Así lo exponen en el nuevo documento estratégico que han enviado ya a sus cuadros y que ahora tendrán que enmendar, si lo quieren, y ratificar en su congreso de diciembre. Esta noche, el primer secretario Miquel Iceta ha trazado las líneas maestras durante su intervención en el consejo nacional del partido. Un cónclave que ha servido para aprobar repetir las mismas listas que en abril pasado para las nuevas elecciones de noviembre, tanto en el Congreso –con Meritxell Batet de número 1– como en el Senado –con Manuel Cruz–. Iceta ha aprovechado para enfocar la mirada hacia el futuro inmediato de Catalunya, con la sentencia contra los líderes independentistas a punto de salir del horno.

Entre las 55 páginas del nuevo documento que guiará al PSC durante los próximos años, los socialistas ponen en valor haber sido "un partido resiliente" que "doblado por los vientos de la nueva política postcrisis y fuertemente tensionado por la bipolarización de la lógica de bandos, ha sufrido escisiones, deserciones y dificultades electorales". Ahora bien, al mismo tiempo manifiesta que haber mantenido la "coherencia, a pesar de algunas dudas" de su "propuesta original" es lo que les ha permitido mantener "vivo y reforzado" el espacio político que representan. En este sentido, afirman que "el PSC ha aguantado como ningún otro partido los embates de la crisis social y política porque tiene una identidad clara y definida".

Sobre la solución política para el conflicto catalán, el PSC insiste en la vía del federalismo, como ya hacía la famosa declaración de Granada de 2013. La propuesta de los socialistas catalanes pasa por un gran acuerdo entre los partidos catalanes, que alcance una mayoría de dos tercios del Parlament, y que después pueda ser vendida y presentada en Madrid. Como con el Estatut.

La respuesta del PSC a la sentencia: la amnistía no es realista

Los socialistas catalanes apuestan por "rehacer los pactos rotos". De hecho, Iceta ha explicado cuál será la respuesta del PSC a la sentencia y ya adelanta que "es erróneo e irresponsable generar falsas expectativas sobre una eventual solicitud de amnistía porque no se corresponde a la realidad política de este país". En cambio, ha recordado que "los condenados pueden pedir, si quieren, un indulto."

Desde el PSC prometen "esforzarse por poder volver a la política, sea cuál sea la sentencia". Y advierten a ambos lados: "las sentencias se tienen que acatar pero son opinables" y eso quiere decir respetar el derecho de expresión y manifestación.

La fuerza central, entre el independentismo y la crispación de Cs

Históricamente, las elecciones españolas habían sido un paseo para los socialistas, hasta que empezaron a tropezar después de dos tripartitos seguidos y con la irrupción de nuevos actores políticos, Podemos y Ciudadanos.

El pasado 28-A el PSC ya recuperó terreno, pero no consiguió superar a ERC. Se quedaron a 58.000 votos de una victoria que ahora aspiran a protagonizar. Iceta lo ha planteado como una "segunda vuelta" en la cual "hay que salir a ganar para volver a hacer del PSC el primer partido de Catalunya". En unos términos similares se ha expresado la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, que ha subrayado la importancia de situar el PSC como "la fuerza central no independentista de este país que apuesta por un acuerdo".

Ambos han espoleado a las filas socialistas para movilizarse y "salir a ganar", recordándoles que el resultado del socialismo en Catalunya será determinante para conseguir que Pedro Sánchez pueda ser investido "sin depender de complementos ni intermediarios", "con una mayoría lo bastante amplia que haga imposible el bloqueo".