Ha sido sin duda el punto más espinoso de la propuesta de actualización de la hoja de ruta que ha formulado la dirección del PSC a su militancia en el marco del XIV congreso del partido. La flexibilización del modelo lingüístico en la escuela catalana es el apartado que más enmiendas ha recibido por parte de las delegaciones territoriales, más de una veintena. Finalmente, el asunto ha quedado resuelto esta mañana, en el debate en comisiones. El texto se amplía para incluir la defensa del catalán como lengua vehicular y el concepto de inmersión lingüística, que no se recogían, así como la reivindicación de un modelo plurilingüe estatal, aunque mantiene la necesidad de actualizar el proyecto en la escuela catalana en función de la realidad sociolingüística de cada centro.

El texto definitivo se tendrá que votar esta noche, pero el debate previo en comisión ha servido para salir con una propuesta unificada que no ha tenido ningún voto en contra. Así lo apuntan fuentes socialistas presentes en la reunión que avanzan los contenidos del acuerdo, en el cual los socialistas apuestan por una "renovación del pacto lingüístico" para rehacer "los consensos rotos". La idea del PSC es que es necesario actualizar y modernizar el modelo actual en la escuela catalana y flexibilizarlo en los casos que sea necesario, siempre en base a criterios pedagógicos que tendrán que marcar los profesionales docentes. El objetivo, dicen, que los alumnos acaben la ESO con un conocimiento adecuado de las tres lenguas, el catalán, el castellano y el inglés.

Eso, explican, implica que si en algún centro el consejo escolar lo considera conveniente, se podrán ampliar las horas de contenido en castellano, para mejorar los conocimientos del alumnado, en caso de que este tenga un entorno exclusivamente catalanohablante.

Otro de los aspectos que había suscitado malestar entre las bases del PSC es la referencia a la ruptura de la convivencia en materia lingüística. El párrafo en cuestión ponía el foco en culpar al independentismo de haber hecho un uso partidista del catalán. El redactado definitivo, como pedían muchas de las enmiendas, corresponsabiliza también al nacionalismo español. En este sentido, vuelven a insistir en una tercera vía lingüística, entre los que quieren "un modelo monolingüe" y los que niegan el "plurilingüismo" del estado español.

Entre los retoques, está también el emplazamiento al Estado para que la ley de lenguas reconozca el plurilingüismo por toda España.