Las manifestaciones del Primero de Mayo sirven a El Mundo y ABC para sostener su retrato del gobierno español como aliado de los sindicatos en contra de los empresarios, como cada vez que ha aumentado el salario mínimo, por ejemplo. Los sindicatos han advertido a las patronales que convocarán huelga si los salarios no se ajustan a la pérdida de poder adquisitivo causada por la inflación. La Vanguardia, El País, Ara, El Punt Avui y El Periódico lo cuentan con más distancia, sin sacar a la jornada tanta punta política —o politiquera— de la presencia de seis ministros en la manifestación de Madrid. El País utiliza "presión" para describir la actitud de los sindicatos. En tono más popular, El Punt dice que el Primero de Mayo "calienta la calle" y Ara habla de "clamor". No será por la cifra de manifestantes —entre 2.000 y 5.000 en Barcelona, entre 10.000 y 60.000 en Madrid.
El diario progre madrileño es el único de los ocho que aquí se comentan que lleva alguna noticia de relieve en portada. Explica que el pasado 18 de abril, el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, se reunió con medio centenar de fiscales, entre ellos algún cargo de peso, que le desearon que gane las elecciones y derogue "inmediatamente" algunas de las reformas legislativas promovidas por el gobierno de Pedro Sánchez y aprobadas por la mayoría parlamentaria que le da apoyo. Uno de los presentes era Antonio Narváez, exmagistrado del Tribunal Constitucional y ahora fiscal del Supremo, que se quejó de que Sánchez gobierna con "filoetarras", señal que la caracterización del ejecutivo español y su coalición parlamentaria como socialcomunista, separatista y terrorista no es cosa solo de los diarios del Trío de la Bencina, sino que es una fe que comparten servidores públicos del más alto nivel. Desanima un poco, la verdad.
Otra nota interesante del día es la portada de La Razón, que va con otra encuesta en que la presidenta de la región de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, obtendrá la mayoría absoluta y no dependerá de Vox para gobernar. La gracia de repetir tanto las encuestas donde gana las elecciones el favorito del diario que las encarga y publica es que generan una realidad paralela en la que los lectores pueden descansar tranquilos. Más que paralela, una realidad anticipada siempre agradable, siempre favorable. Los diarios como La Razón, que publica más encuestas de las que una persona normal puede asumir racionalmente, son como la música que guardas en el móvil cuando la haces sonar en modo random, aleatorio: no sabes qué canción vendrá, pero sabes que es buena, que te gustará. Conservas la sorpresa sabiendo que nunca te disgustarás. Es un mundo fantástico.
