Igualdad de condiciones. Bajo esta premisa, The Guardian pide a su editorial de hoy titulado "La visión de The Guardian sobre las elecciones de Catalunya: el desafío del compromiso" que se liberen los presos políticos para poder hacer campaña para las elecciones del 21-D a fin de que esta se desarrolle "de manera libre, legal y pacífica". Y no sólo eso. También exige que, sea cuál sea el resultado, sea respetado.

Volviendo a apelar al diálogo como una "buena opción", el diario británico da un repaso por todos los acontecimientos que han ido teniendo lugar durante estas últimas semanas como la aplicación del artículo 155 de la Constitución española por parte del presidente español, Mariano Rajoy, y aprovecha para advertir que el resultado de los comicios catalanes "afectarán en toda Europa", motivo por|para el cual insiste en que "los líderes políticos encarcelados tendrían que ser liberados para hacer la campaña".

Ahora bien. Este rotativo avisa de que "la agitación política podría estar por venir" porque, además, "la batalla política viene con una batalla legal". Una batalla legal que, según ven desde allí, ha quedado restringida con un 155 "más suave" por la resonancia que tuvieron las cargas policiales del 1-O. Y más suave porque, según su opinión, e ignorando las nuevas restricciones impuestas por la Junta Electoral Central a sus trabajadores, se han abstenido de intervenir los medios públicos.

¿Exilio o vuelo de responsabilidad?

The Guardian también utiliza la ocasión para poner encima de la mesa que el "refugio" del presidente Carles Puigdemont y los cuatro consellers en Bruselas ha dividido a sus seguidores entre los que creen que se ha marchado al "exilio forzado" y los que son de la opinión que se trata de un "vuelo de la responsabilidad".

Eso sí. Aparte de eso, intentan hacer entender que "la actitud de Madrid no es popular en Catalunya", pero, aun así, consideran que "la opinión pública catalana está" fragmentada y polarizada, no unida, sobre qué camino hace falta se tiene que seguir".

Por todo ello, subrayan que algunos quieren celebrar un referéndum legal aunque no quieren la independencia, mientras que los "radicales catalanes hablan de aspiraciones históricas aplastamientos para|por Franco y que vuelven a estar en peligro". La realidad, sin embargo, es, a sus ojos, que "la autonomía regional post-Franco de Catalunya ahora necesita ser firmemente restablecida y fortalecida" y, precisamente por eso, sustentan que "las elecciones son una prueba clave para la democracia catalana y española".