El PP y Vox han dejado a los socialistas valencianos sin representación en la mesa de las Corts Valencianes por primera vez en la historia reciente de sus instituciones. La vicepresidenta segunda del parlamento valenciano, la socialista Gabriela Bravo, había solicitado la baja para reincorporarse a su puesto de trabajo en la Fiscalía y PP ha presentado a su diputada Magdalena González para sustituirla, maniobra que ha salido adelante con el apoyo de los diputados de Vox, ya que entre ambos partidos de derechas (53 escaños) suman mayoría absoluta en la cámara.
Se trata de un hecho inusual, puesto que habitualmente las bajas en la mesa parlamentaria se cubren con alguien del mismo partido por coherencia con lo pactado al inicio de la legislatura. Sin embargo, la candidata socialista a sustituir a Bravo, María José Salvador, tan solo ha obtenido el apoyo de los suyos y de Compromís (45 escaños). El síndic socialista José Muñoz ha acusado al president de la Generalitat y líder del PP valenciano, Carlos Mazón, de socavar la democracia y ha anunciado un recurso ante el Tribunal Constitucional "por vulneración de derechos fundamentales".
De este modo, en el órgano de gobierno de las Corts, que empezó esta legislatura con los cuatro grupos parlamentarios representados en ella (PP, PSPV, Vox y Compromís), deja de ser el Grupo Socialista, el segundo grupo de la Cámara con más número de diputados (31) y el principal partido de la oposición. El PP, entonces, pasa a ocupar tres de los cinco puestos de la Mesa de las Corts (las dos vicepresidencias y la secretaría primera), Vox mantiene la presidencia de la mano de Llanos Massó y Compromís sigue en la secretaría segunda y queda como única representante de la oposición en este órgano.
Los socialistas han insistido durante estos dos meses desde que se supo la baja que este lugar en la Mesa los correspondía designarlo a ellos. Sin embargo, los populares condicionaban permitírselo a renovar los cargos de órganos estatutarios como la Sindicatura de Comptes o el Consell Jurídic Consultiu, que tienen vacantes desde la legislatura pasada —cuando los populares se negaron a pactarlo—. Así las cosas, no ha habido entendida porque socialistas y Compromís no querían pactar la renovación de estos órganos también con Vox. Dado el bloqueo, PP y Vox han aprovechado su mayoría. Todo ello, en el contexto político de especial tensión después de la DANA que arrasó el País Valencià el octubre pasado y dejó más de 200 muertos, la gestión de la cual por parte del president Mazón es una polémica que todavía marca el día a día político.