Marcha atrás del PP respecto del reconocimiento español de Escocia en la Unión Europea. Después de que este fin de semana el ministro de exteriores, Alfonso Dastis, asegurara que España no vetaría la entrada de una Escocia independiente a la Unión Europea, ahora los populares aseguran que se tendría que poner "en la cola" de admisión, como cualquier otro país que se independice.

Así se ha expresado el portavoz del PP y vicesecretario de comunicación, Pablo Casado, después del comité ejecutivo de este lunes. Casado ha asegurado que tanto Catalunya como Escocia se tendrían que volver a poner "en la cola" si quisieran volver a entrar en la UE, porque primero está la defensa a la integridad territorial de los Estados Miembros.

En este sentido, Casado ha explicado que se ha tratado la situación de Escocia durante la reunión de los populares de este lunes, y que el presidente español, Mariano Rajoy, habría asegurado que ni España, ni tampoco Alemania, favorecerían la integración de Escocia en la Unión Europea en caso de independencia, y después del Brexit.

Dastis, en cambio, en una entrevista publicada por los diarios The Guardian y El País este fin de semana, aseguraba que España no vetaría la entrada de Escocia en la Unión Europea, en caso de que se llevara a cabo "de manera legal y constitucional", y le recomendaría que solicitara el reingreso y diera los pasos estipulados. Sin embargo, aseguraba que "no animamos a la ruptura de ningún Estado Miembro, porque creemos que el futuro va en otra dirección", y desvinculaba el caso escocés del catalán.

En medio de la crisis por Gibraltar

Aunque no es exactamente un cambio de discurso, ya que el ministro también deja claro que una Escocia independiente tendría que iniciar los procesos para el reintegro, sí que se puede interpretar las palabras de Casado como un intento de elevar el tono, de cara a una extrapolación de la situación en Catalunya, pero también ante el Reino Unido. Todo eso, justo en un momento en que Londres y Madrid pasan por una crisis diplomática por la situación de Gibraltar después del Brexit.

La tensión ha aumentado estos últimos días después la Unión Europea presentara el pasado viernes las directrices negociadoras del Brexit, entre las que incluye que ningún acuerdo entre los Veintisiete y el Reino Unido podrá aplicarse a Gibraltar sin un acuerdo previo entre el Reino Unido y España.

Este poder de veto concedido a España ha irritado a los británicos hasta tal extremo que incluso el exministro británico Norman Tebbit propuso invitar a los líderes soberanistas en Londres o incluso llevar su deseo de independencia a la ONU como respuesta al conflicto con Gibraltar. También la primera ministra británica, Theresa May, defendió la soberanía británica del peñón y aseguró que "no cederemos nunca la soberanía de Gibraltar sin el visto bueno de la población".