El PP sigue en la estrategia de seducción a Ciudadanos para que cambie su anunciada abstención ante la investidura de Mariano Rajoy por un 'sí'. Según fuentes populares, estarían abiertos que un miembro de la formación naranja optara a la presidencia del Congreso, si finalmente los de Albert Rivera se avienen a dar apoyo para que el presidente del Gobierno en funciones siga en La Moncloa. El nombre que suena para este cargo es el diputado de C's por Gijón, José Ignacio Prendes.

La primera ofensiva del PP fue enviar un documento de programa a C's y el PSOE para que trabajaran para llegar a un acuerdo. Pero ambas fuerzas se negaron en rotundo a ello. C's había anunciado el miércoles anterior que votaría 'no' en la primera vuelta de la investidura y se abstendría en la segunda. Además, consideraban que había cesiones mínimas en el texto adjuntado por los de Génova. Los socialistas no querían hablar porque ya acordaron al comité federal votar 'no' a Rajoy, en tanto que el PSOE es "la alternativa" al PP, como afirmaban.

Pero antes de llegar a la sesión de investidura, la primera votación a la que tienen que hacer frente los grupos es la de la Mesa del Congreso. Esta consta de nueve asientos: presidencia, cuatro vicepresidencias y cuatro secretarías. El órgano rector de la cámara en la XII legislatura se escoge el martes 19 de julio, cuando se constituyen las Cortes Generales: Congreso y Senado. A estas alturas, los cuatro principales partidos negocian a contrarreloj su composición y nadie quiere hacer público el estado de la cuestión. Ni la vicepresidenta en funciones, Soraya Sáenz de Santamaría, ha querido responder cuando ha sido preguntada por dicha cuestión tras el Consejo de Ministros.

Así las cosas, el apoyo de C's es la pieza más codiciada en estas conversaciones. Tanto PP como PSOE quieren la presidencia del Congreso, pero requieren de pactos para conseguirla. Por su parte, los de Rivera no pueden entrar en la Mesa sólo con sus votos, de manera que requieren que alguno de los mayoritarios les haga hueco cediéndoles sitios. Por este motivo, los populares ven una rendija donde alcanzar sus objetivos de investidura, a modo de win-win.

El 'no' y el partido diferente

Sin pactos, el PP tiene garantizadas dos vicepresidencias y dos secretarías. Sin embargo, su planteamiento inicial era ceder uno de estos cuatro asientos a C's a cambio de su apoyo para colocar a un popular en la presidencia. Sin embargo, fuentes populares han asegurado que no descartan otra táctica: ofrecer a los de Rivera la presidencia del Congreso siempre que ellos se comprometieran a dar a un 'sí' a Rajoy en la investidura que el presidente quiere celebrar los días 3 y 5 de agosto.

Si finalmente C's acabara aceptando, habrían virado del voto negativo al positivo Rajoy en el plazo de una semana. Eso sí, cumplirían la tesis que habían anunciado en ocasiones anteriores de que la presidencia del Congreso tiene que recaer en un partido diferente al del Gobierno. Los otros cuatro se los repartirían entre el PSOE y Unidos Podemos a razón de dos cada uno, sin necesidad de acuerdos previos.

El PSOE, también

Los socialistas también quieren atraer a C's para intentar, con sus votos y los de Unidos Podemos, que Patxi López, a quien volverán a proponer como candidato, revalida como tercera autoridad del Estado. Como contrapartida, el PSOE dejaría a C's una vicepresidencia o una secretaría y los de Sánchez se quedarían la presidencia y otro lugar. Para esta operación es necesario también el concurso de los 71 diputados de Unidos Podemos que no se cierran a dar apoyo a López, pero no quieren que PP y Ciutadans tengan "la llave para cerrar el candado" de la Mesa, según su portavoz, Iñigo Errejón.

El órgano de gobierno del Congreso tendrá que decidir, entre otras cosas, si permite que las confluencias territoriales de Podemos (En comú Podem, A la Valenciana y En Marea) puedan constituir sus propios grupos parlamentarios. Si la coalición de Pablo Iglesias y Alberto Garzón se descuelga, y se niega a un pacto con el PSOE que incluya a C's para mantener la presidencia a los de Pedro Sánchez, no les quedaría más remedio que recurrir a los votos de los partidos nacionalistas o independentistas. Ahora bien, fuentes socialistas han explicado a Europa Press que, en principio, no piensan explorar esa vía.

El PSOE, Unidos Podemos, ERC y PNV suman 170 votos, uno más que los 169 de PP y C's. La suma de izquierda y nacionalistas llegaría a 178 si incorporara también a Convergència. Esta está pendiente de que le aseguren que podrá contar con un grupo propio en el Congreso, aunque no cumple todos los requisitos que fija para eso el reglamento de la cámara.