Los lectores de ABC se habrán llevado hoy un susto de los que hacen época, al ver que su diario les presenta a toda portada un asunto que hasta ahora no había aparecido en portada, el CatalanGate. Habla genéricamente de espionaje, sin asociarlo al independentismo, por si las moscas, y lo presenta como una "investigación" del diario. ¿Por qué hoy y por qué a toda plana? Porque perjudica a Pedro Sánchez, el presidente del gobierno español. Tiene gracia que el tabloide monárquico entre hoy a este caso con las piernas por delante. Por una parte, confirma que hubo espionaje y, citando "fuentes del CNI", explica que se hizo sin control y sin la preceptiva supervisión judicial. Es decir, que se grande. Por otra parte ¿qué pensarán los lectores de ABC, que durante más de 10 días les ha dicho que este asunto no tenía ninguna importancia, dado que no salía en portada? Otro diario que cae del guindo es El Mundo. En lugar de averiguar si se han vulnerado los derechos civiles y políticos de más de 65 ciudadanos por el hecho de ser independentistas, se escandaliza de que se pregunte por el caso a Margarita Robles, la ministra de Defensa, de la que depende el CNI, la agencia española de espionaje que ha causado el revuelo. Es cómico que se apoyen en declaraciones "del entorno de la ministra" para presentarlo como "una cacería" contra Robles. ¿Qué quieren que diga "el entorno de la ministra"? ¿Que el CNI la ha toreado, que la ha troleado al organizar esta operación de espionaje masivo sin autorización judicial? Además ¿cuál es la sustancia del caso, la violación de las garantías constitucionales de los espiados por una agencia del Estado o proteger a la ministra que está en la luna de Valencia de las transgresiones de sus subordinados y que, encima, amenaza a las víctimas en pleno Congreso de los Diputados? El Mundo escoge ponerse del lado de los transgresores y de una ministra sospechosa de incompetencia en vez de defender a los ciudadanos violentados. Curiosa posición la de este diario, que se ocupa más de defender la injusticia que de amparar los derechos de los ciudadanos. El Periódico pone el dedo en la llaga y apunta directamente al corazón de la operación al señalar a Robles. Es la conclusión natural de los acontecimientos.
La altura que ha ganado el CatalanGate ha dejado también en evidencia el esfuerzo de El País y La Vanguardia por presentarlo como un mero enredo que amenaza la estabilidad del actual gobierno español, como si no hubiera por enmedio una infracción seria de derechos y libertades. Es coger el rábano por las hojas. Conociendo esta mentalidad tan gubernamental se entiende que abran la portada con la decisión de la Unión Europea de dar apoyo al plan de España y Portugal para abaratar la factura de la luz al desvincular la tarifa eléctrica del precio del gas. Todos estos días, uno y otro diario han buscado la manera de minusvalorar el mayor caso de espionaje masivo de la historia reciente de Europa. Es demasiado, especialmente porque El País dio la primicia hace dos domingos. Ahora busca la manera de sacudírselo como quién quiere sacarse de encima un chiclé enganchado a la suela del zapato que no quiere marcharse.
