El enredo sobre las nuevas medidas para atender las embarazadas que promueve el gobierno PP-Vox de la Junta de Castilla y León no aparece este martes en las portadas de ABC y El Mundo —no lo ha hecho ninguno de los días de la polémica— y, por primera vez, La Razón lo lleva en primera página. Este asunto abre el resto de diarios, que lo presentan como un esfuerzo "antiabortista" de la ultraderecha, etcétera. Del tira y afloja queda fuera El Punt Avui, quizás porque, como hace con otros temas, lo considera una trifulca española que a sus lectores no les da ni frío ni calor.

Salvo las del Trío de la Bencina, las portadas califican las medidas de "antiabortistas", "contra el aborto" o "copiadas de la Hungría de Orbán", etcétera. A ver. La Junta quiere ofrecer a las embarazadas la posibilidad de escuchar la actividad cardiaca del feto —a las 6 semanas no se puede hablar propiamente de "latido fetal", porque el corazón no está formado hasta la semana 10—, agilizar el acceso al psicólogo e instalar ecografías 4D en Ávila y Segovia, las dos provincias donde falta esta tecnología. No parece muy antiabortista ni muy provida. Y menos aún, un gran plan. Pero se usa un lenguaje negativo para pintar las medidas de color intolerancia con apariencia de imparcialidad. La impresión que dan esas portadas es extraña. En un mundo donde cada vez se valora más el consentimiento informado, especialmente en el ámbito sanitario, esos diarios parece que transmitan lo contrario: mejor que las mujeres que quieren abortar sigan su primer impulso para dar salida rápida a su preocupación, como si ofrecerles más información y consejo las infantilizara o culpabilizara, o como si el aborto fuera una intervención normal y corriente.

Las portadas del Trío de la Bencina esconden la confusión porque perjudica al PP —no se podía saber— aunque el PP nunca ha actuado de cara contra el aborto. Basta recordar que el ministro Ruiz Gallardón dimitió en 2014 porque Rajoy le hizo retirar una reforma que lo restringía, o que el Tribunal Constitucional más del PP no ha querido dictar sentencia contra la ley del aborto del 2010, recurrida por el mismo PP. Esta trifulca prenatal, sin embargo, le da un perfil de partido que solo se pone de acuerdo con la extrema derecha para hacer cosas malísimas y radicales. La reforma del protocolo de atención al embarazo de Castilla y León aparece así como un resultado feo, del que no conviene hablar, de los pactos entre la derecha extrema y la extrema derecha.

Ahora bien, los tres diarios no están exactamente alineados tras el PP —o no lo están de la misma manera. La Razón, siempre más oficialista, promociona por tierra, mar y aire al actual presidente del partido, Alberto Núñez Feijóo —este lunes lo entrevistan y la portada es un póster de él. El diario del Grupo Planeta abre este martes con la cosa del aborto porque es una oportunidad de presentar a Feijóo como un hombre moderado pero decidido, que no grita ni hace aspavientos a la vez que resiste las presiones de Vox y pone en fila india a los barones del partido, entre otras cosas. La editorial es un prodigio de, digamos, contorsionismo moral: en el mismo párrafo se dice que abortar es acabar con una vida humana y se critican las iniciativas de la Junta. Venga ya.

ABC suele ser el más reticente a los pactos PP-Vox. Hace seis días dio altavoz y plataforma a Feijóo en el Foro ABC, donde el hombre se desahogó, muy presidencial, en un ambiente acogedor, sí, pero que le exige una actitud más contundente y frontal. El tabloide monárquico también tiene inercias de diario viejo, una de las cuales es que si informa de alguna cosa política debe quedar bien claro si está a favor o en contra. Si no, es mejor no decir nada —y eso es lo que hace en portada con el lío en Castilla y León.

El Mundo, el más ultra, a quien no le cuesta defender los acuerdos PP-Vox, tampoco lleva el caso en portada, pero hace tres días que publica la misma historia en páginas interiores: que es falso que el nuevo protocolo suponga ningún cambio que dificulte la posibilidad de abortar; que se trata de facilitar el acceso a más información para decidir mejor y de "fomentar la natalidad". Al mismo tiempo, El Mundo no esconde su preferencia por Isabel Díaz Ayuso, la presidenta de Madrid, a quien no molesta ir del brazo con Vox. Este lunes fue la estrella de un acto organizado por el grupo editor del diario, al estilo del mencionado Foro ABC. El enredo castellano la beneficia porque desgasta a Feijóo sin necesidad que el diario haga ninguna interpretación torcida.

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