En la era dorada de la ficción catódica, la política es una constante fuente de inspiración para realizadores y guionistas. Sumergidos ya en plena campaña electoral, recomendamos cinco series de televisión que os ayudarán a entender un poco mejor el siempre fascinante juego de escaños.

HOUSE OF CARDS

Fue la apuesta de la plataforma online Netflix para filtrarse en las producciones de ficción, y la jugada no les ha podido salir mejor. Adaptación norteamericana de una miniserie británica de título homónimo que perfectamente podría haber sido incluida en esta lista; House of Cards nos adentra en la historia del congresista demócrata Francis Underwood (interpretado por un soberbio Kevin Spacey), candidato a secretario de Estado que ve frustradas sus aspiraciones ante otro aspirante de perfil mucho más mediocre. Malnacido vengativo y avaricioso sin escrúpulos que no se detendrá ante nada para acabar logrando su propósito, a través de la figura de Underwood House of Cards nos radiografía los oscuros intereses que hay detrás de toda decisión política.

THE WEST WING

Obra maestra de Aaron Sorkin, figura determinante en el boom de las ficciones catódicas con una nómina de títulos donde también destacan otros clásicos de la pantalla pequeña como Studio 60 on the Sunset Strip o The Newsroom. Originalmente ideada como la continuación televisiva de The American President (El presidente y Miss Wade), película de la que Sorkin fue el guionista, y con Martin Sheen como protagonista, The West Wing (El ala oeste de la Casa Blanca) es un adictivo retrato del presidente del gobierno los Estados Unidos y su círculo de asesores más cercanos. Para cánones actuales (fue emitida entre 1999 y 2006), como todos los trabajos de Sorkin quizás peca de sobreazucarada, idealista y utópica. Aun así, es la serie política por excelencia. Lo certifica que, junto con Hill Street Blues (Canción triste de Hill Street), sea la producción con más premios Emmy de la historia: 26.

BORGEN

Dinamarca, Suecia y Noruega son, actualmente, tres de las más interesantes y prolíficas factorías de series de televisión. Destacando por sus dosis de drama, asesinados y crítica social, de los países nórdicos han surgido en los últimos años joyas catódicas, muchas de ellas después readaptadas en Estados Unidos, como Forbrydelsen, Bron/Broen, Den somos dræber o Mammon. Pero si hay una saga escandinava que ha cautivado a seriéfilos, además de encontrarse entre la favorita de muchos políticos de nuestro país, ésta es Borgen. Con muchos paralelismos con The West Wing, durante sus tres temporadas esta producción danesa nos descubre las intrigas internas del poder a través del personaje de Birgitte Nyborg, la primera mujer en llegar al cargo de primer ministro de Dinamarca.

SHOW ME A HERO

David Simon es, indiscutiblemente, el rey Midas de la televisión, convirtiendo en oro todo lo que pasa por sus manos. Periodista curtido en las calles de Baltimore, Simon dio el salto a la pantalla pequeña con Homicide: A Year on the Killing Streets, Homicide: Life on the Street y The Corner. Después vendría (reverencias) The Wire, muy probablemente la mejor serie de televisión de la historia. Un currículum impresionante al que ha sumado tres referencias absolutamente imperdibles: Generation Kill, Treme y, el caso que ahora nos ocupa, Show Me a Hero. En 1988, poco después de ser elegido alcalde de Yonkers (Nueva York), Nick Wasicsko recibe la orden de un juez federal de construir viviendas sociales en barrios blancos para acabar con la segregación racial en la ciudad. Al intentar cumplir con la sentencia, Wasicsko se enfrenta cara a cara con el racismo de los vecinos que lo votaron. Inspirada en hechos reales, Show Me a Hero termina revelándose como una perfecta alegoría de la situación social actual en los Estados Unidos.

VEEP

Después de tanta intriga, ambición y corrupción, un poco de humor para terminar. Creada por el prolífico Armando Iannucci (un escocés de ingenio corrosivo responsable de, entre otras muchas, The Thick of It, una de esas perlas de la BBC que debería ser materia de estudio obligatoria en todas las escuelas de guionistas) y bajo el siempre fiable sello de la HBO, el canal que más satisfacciones ha dado a los consumidores compulsivos de series de televisión; aunque le costó consolidarse, Veep ha acabado por convertirse en la sátira política por capítulos por excelencia. Una comedia desternillante centrada en la figura de Selena Meyer, la vicepresidenta del gobierno estadounidense. Una mujer frustrada por su posición como secundaria en el poder, peor aún cuando su equipo de asesores destaca por su inestabilidad y supina incompetencia. Mención especial para la prota, una maravillosa Julia Louis-Dreyfus.

Sólo hemos destacado cinco, pero, actuales o clásicos, la lista de series sobre política a recomendar es casi tan larga como el nuevo plan de choque presentado por JxSí a la CUP. Catálogo de imprescindibles donde no podemos dejar de incluir títulos como Black Mirror, Yes, Minister, Secret State, The Good Wife, Scandal, Madame Secretary, State of Affairs, Commander in Chief, The Kennedy’s, John Adams, Spin City, Jack & Bobby, The Honourable Woman