La periodista brasileña residente en Catalunya Taíza Brito afirma que el mensaje que el independentismo da en el extranjero "es ahora un poco confuso". En una entrevista en la ACN después de publicar su libro Catalunha. Entre a esperanza e a tempestade sobre el 1-O y el año posterior, dice que "las instituciones trabajan cada una por su parte" a diferencia del 2017. Además, cree que "la represión" también "ha cortado un poco las piernas" a la internacionalización. Brito también opina que una sentencia a los líderes del referéndum de "15 años" de prisión sería "violencia institucional" y una "brutalidad". Según ella, en este caso "instituciones de defensa de los derechos humanos" reaccionarían.

La periodista brasileña cree que en el 2017 todos los actores independentistas "estaban unidos y con el mismo objetivo", cosa que, según ella, no sucede ahora. "Tendrían que estar trabajando juntos, unitariamente, y no lo están, están peleándose", dice. Según Brito, esta es una de las causas por las cuales el mensaje en el extranjero es "confuso", pero no es la única.

La escritora cree que el 155 supuso un antes y un después en la tarea de internacionalización del procés. "Hasta el 2017 las entidades ciudadanas estaban haciendo un trabajo muy importante", afirma, "yendo a varios países, donde llegaba el tema, se discutía y se hacían charlas." Ahora, sin embargo, los mismos actores siguen trabajando pero "están más recogidos" porque "la represión ha cortado un poco este trabajo".

Reacción a la sentencia

Con respecto a la sentencia del 1-O, Brito cree que instituciones de defensa de los derechos humanos internacionales podrían reaccionar a la decisión del Supremo "como ya lo ha hecho la ONU o Amnistía Internacional". Con todo, cree que el gobierno brasileño no lo haría, ya que es "fascista", "no está por la democracia" y "promueve el discurso del odio".

La periodista, que colabora con medios como 'Jornal do Commercio', cree que la sentencia "será otro punto de inflexión" para que el conflicto catalán vuelva a la prensa internacional. Hoy por hoy, según ella, "hay desinformación" sobre el tema entre la ciudadanía en el Brasil, donde "llega información de agencias de noticias que sólo tienen una mirada". Con todo, cruz, "el público catedrático y periodista tiene más información" y "ve que sería interesante que se dejara votar a la gente, que el problema se tendría que resolver políticamente". "Es un problema político y no un conflicto violento, no hay nada de violencia aquí, todo el mundo tiene esta percepción", añade.

Su libro 'Catalunha. Entre a esperanza e a tempestade' es un relato del 1-O y de los meses posteriores y explica que una de sus motivaciones para escribir fue ver el día del referéndum "las ganas de la gente de votar, la esperanza de que tenían en las miradas y toda aquella tormenta de violencia, por eso el título del libro".