El Tribunal Supremo anunció ayer que revisará la concesión de los indultos a los presos políticos catalanes. Una situación anómala, si se acaba produciendo, que desde La Moncloa descartan ahora mismo. Ha estado el PSC, en boca de su portavoz Alícia Romero, quien lo ha asegurado: "No contemplemos el retorno de los líderes independentistas catalanes en la prisión". y ha asegurado que el gobierno de Pedro Sánchez tampoco: "El gobierno de España está tranquilo, ayer ya hizo declaraciones al respecto. Nosotros creemos que se dieron con todas las garantías jurídicas. Es una prerrogativa del gobierno de España, están fundamentados y es un trámite que ha aceptado el Tribunal Supremo. Y todo el con respecto a esta tramitación pero esperemos que eso no quede en nada y no vuelvan a la prisión porque el Gobierno los indultó y, por lo tanto, esperamos que se pueda continuar con la situación que estamos en estos momentos", en declaraciones a RTVE Catalunya.

"Mejor negociar con Jordi Sànchez"

Por todo ello, Romero defiende la decisión del presidente español: "Los indultos han sido buenos para Catalunya porque se ha bajado la tensión en general. Vivimos una situación muy complicada porque pasaron muchas cosas en el 2017 pero también llevaron mucho dolor, sobre todo para las personas que perdieron su libertad. Estos días he podido conocer a Jordi Sànchez a raíz del acuerdo por el catalán y, sinceramente, mejor negociar con él y en esta situación donde puede ser libre".

La decisión del Supremo llega prácticamente un año después de los indultos. Se concibieron el 23 de junio del 2021, y se anularon las penas por sedición y malversación que pesaban contra Oriol Junqueras, Carme Forcadell, a Jordi Sànchez, Joaquim Forn, Raül Romeva, Jordi Cuixart, Dolors Bassa, Josep Rull y Jordi Turull. El Supremo rechazó en enero revisar la concesión pero ahora, precisamente con el cambio de fichas dentro de este tribunal, el voto mayoritario ha hecho cambiar la opinión. El Alto Tribunal acordó ayer estimar los recursos de reposición interpuestos por los demandantes, -PP, Vox, Ciudadanos, políticos a nivel individual como Enric Millo y Convivencia Cívica Catalana-, contra la decisión de este mismo tribunal de rechazar la legitimación activa para recurrir las medidas de gracia otorgadas por La Moncloa.

El Supremo puede considerar una "falta de motivación" en los argumentos en que se apoyó la decisión del Ejecutivo, pero eso tampoco obligaría a los líderes del procés a ingresar nuevamente en la prisión. En este caso, el gobierno de Pedro Sánchez tendría que enmendar el defecto, argumentar mejor su perdón, si decidiera mantenerlo vigente, y los indultos continuarían.

Más complicado sería si el Supremo entendiera que los líderes del procés fueron puestos en libertad no sólo por una insuficiente motivación del gobierno de Pedro Sánchez, sino por cuestiones de forma o de fondo en los decretos aprobados por el Consejo de Ministros para otorgarlos que podrían ser declarados nulos y por lo tanto podrían verse obligados a volver. No obstante, hay que recordar que el indulto es una potestad extraordinaria que permite al Poder Ejecutivo corregir una decisión del Poder Judicial de facto y podría crear un precedente muy peligroso en términos jurídicos.