El consell nacional del PDeCAT ha blindado esta mañana la ejecutiva de Marta Pascal y ha decidido no aplicar -hasta que se pronuncie el comité de Garantías- el régimen de incompatibilidades que obligaba a un tercio de la dirección demócrata a abandonar el cargo. El resultado del máximo órgano de la formación entre congresos refuerza la posición de Pascal que ha conseguido vencer en el pulso público que le habían planteado con este tema sectores críticos de la formación.

La ejecutiva del PDeCAT decidió en la reunión del lunes pasado que una tercera parte de sus miembros abandonaran la dirección a raíz de las incompatibilidades. Tres de estos dirigentes ocupan también, el cargo de alcalde y diputado -Montserrat Candini, Albert Batet y Lluís Guinó-, y la cuarta un cargo en el Govern -la directora de Coordinación Interdepartamentales, Elsa Artadi-. La ejecutiva tomó esta decisión a raíz de las presiones de sectores del partido no afines a la dirección de Pascal, que exigían el cumplimiento de los estatutos. El régimen de incompatibilidades fue aprobado en el congreso fundacional a partir de una enmienda de las Juventudes del partido que se tuvo que negociar hasta altas horas de la noche. El cumplimiento de este régimen obligó hace dos semanas a la consellera Neus Munté a abandonar el cargo de diputada.

En la reunión de hoy, Pascal ha presentado la decisión de la ejecutiva del lunes de aceptar la dimisió del cuatro cargos afectados por las incompatibilidades como la "menos mala" de las salidas, la cual, según ha dicho, adoptaba en "contracorazón". La coordinadora del partido ha anunciado que pediría al responsable del comité de Garantías, Xavier Trias, que fijara la forma como se tenía que designar el relevo de estos nombres.

A partir de aquí se ha abierto un debate al consell nacional. Algunas voces se han mostrado críticas con el reglamento de incompatibilidades y han instado a plantear una solución que evite la marcha de una parte de la dirección que hace a penas seis meses está constituida.

Apoyo a la dirección

En este punto se han levantado voces destacadas, que no se alinearon durante el congreso con la candidatura de Pascal, y que han llamado a apoyar la nueva dirección como el vicepresident del Parlament Lluís Corominas. Según dirigentes presentes en la reunión, Corominas ha reclamado una reflexión sobre el trato que han recibido los máximos responsables de la ejecutiva, Pascal y David Bonvehí, a los cuales" se ha intentado "hacer daño".

También el dirigente badalonés Ferran Falcó, próximo al sector de Josep Rull, ha hecho un llamamiento a cerrar filas, al igual que el exconseller Francesc Homs. El senador Josep Lluís Cleries ha pedido revisar el régimen de incompatibilidad.

El secretario general de la JNC, Sergi Miquel, ha tomado la palabra para defender el cuadro de incompatibilidades que las Joventuts impulsaron en el congreso. A pesar de admitir que la imagen de los cuatro miembros de la dirección abandonando sus cargos no era de su agrado, ha añadido que si la dirección considera que es la opción menos mala no pueden hacer nada más que comprenderlo.

Ante estos planteamientos, la coordinadora de la formación ha aceptado someter la incompatibilidad de los miembros de la ejecutiva a la decisión del consejo de Garanties, pero ha reclamado una votación del consell nacional apoyando esta decisión y pidiendo la continuidad de los miembros de la dirección. La votación se ha saldado con un resultado muy mayoritario a favor de la propuesta.

El hecho de que el presidente del grupo parlamentario de JxSí, Jordi Turull, abandonara el consejo antes de la votación ha provocado todo tipo de especulaciones entre los dirigentes del partido. Turull ha asegurado, sin embargo, que se había tenido que marchar por razones familiares y que así lo ha explicado a Pascal.