La posible formación de un Govern de la República en el exilio en Bélgica ha puesto en alerta la plana política de este país, hasta el punto de hacer llegar el caso al Parlamento. El ministro de Exteriores, Didier Reynders, ha tenido que dar explicaciones de la situación y el estado de las relaciones diplomáticas con España, después de conocerse que los acuerdos por la investidura entre JxCat y ERC incluyen establecer órganos de la República en Bruselas.

Reynders ha confirmado que Bélgica sigue los planes políticos del presidente Carles Puigdemont, aunque ha destacado que para Bruselas es un asunto de orden interno judicial español. Según se recoge hoy en el diario de sesiones del Parlamento belga, Reynders ha sido interpelado al respecto por el diputado democratacristiano (CD&V) Vincent Van Peterghem y el nacionalista flamenco Peter Luykx (N-VA).

"La posición de Bélgica en relación con la evolución de la situación en Catalunya fue comunicada claramente a la Cámara el 8 de noviembre del 2017. Lo repito con respecto a la situación actual (...) Es un problema interno español que se tiene que resolver dentro del Estado de Derecho a través de la legalidad y con respeto de la Constitución española", ha señalado Reynders.

"Estamos monitoreando la situación, pero sin la injerencia de Bélgica en el sistema judicial ni en el proceso político del parlamento catalán", ha añadido el titular belga de Exteriores. Reynders también ha señalado que la diplomacia belga "trabaja cada día de manera sólida para mantener un diálogo de alto nivel con nuestro socio español".

A las palabras del ministro belga, el diputado democratacristiano ha mostrado su coincidencia de punto de vista con Reynders, aunque ha añadido que esta línea "será más difícil de mantener" si Puigdemont acaba estableciendo un "gobierno en el exilio" en Bélgica. "Creo que para cualquiera que proclame la independencia está mejor quedarse con su propio pueblo, y si alguien quiere gobernar un país, mejor que lo haga a su propio país", ha dicho Van Peteghem.

Por el contrario, Luykx ha considerado que el conflicto "ya no se trata de un asunto puramente español o catalán" sino una "cuestión europea" y ha pedido al Ejecutivo belga que demande "diálogo" entre Madrid y los independentistas catalanes.