El gobierno del País Valencià se suma a la cruzada contra el catalán. El conseller de Sanidad, Marciano Gómez, ha anunciado que degradará el requisito de saber catalán para trabajar en el sector público. Según ha informado en una entrevista en Europa Press, la manera como se hará eso será rebajando la puntuación que se otorgue al conocimiento de la lengua a partir de la próxima convocatoria de oposiciones. "Queremos los mejores. Lo digo alto y claro. Queremos al mejor profesional sanitario para mejorar la sanidad valenciana y cuando a alguien lo tienen que operar, no pregunta", ha afirmado Gómez.

Para el conseller, esta será "una medida justa", ya que "no puede ser, como hasta ahora, que el valenciano puntúe igual que un doctorado". El titular de la Conselleria de Sanidad, del PP, ha mantenido así la línea del actual presidente de la región, Carlos Mazón, que en su discurso de investidura ya remarcó que "el catalán y el valenciano son lenguas diferentes". Volviendo a la cuestión de la lengua a la sanidad pública, el conseller ha defendido que la puntuación más alta se dará "al conocimiento y la experiencia para tener a los mejores médicos". "Nos cuesta mucho trabajo que vengan médicos y lo que tenemos que hacer es poner facilidades sin ningún tipo de traba", ha defendido.

La ofensiva del gobierno de Carlos Mazón contra la lengua catalana no es sorprendente, sino que viene advertida. El ejecutivo ya prometió la aprobación de una nueva ley de señales de identidad del pueblo de la Comunidad Valenciana y que eliminaría "todas las ayudas a aquellos que nos quieran imponer los Países Catalanes". Con respecto a la educación, alertó de que pondría fin a "la ideología en las aulas" y que las familias podrían escoger tanto la escuela como la lengua. Y en el ámbito sanitario, Mazón advirtió que se había acabado construyendo una barrera idiomática" y, por lo tanto, el nuevo presidente eliminaría el requisito lingüístico del catalán, el cual --hoy por hoy-- ya se ha prometido rebajar.

Primero, las Islas Baleares

Este paso emprendido por el País Valencià se suma a la que ya dio el gobierno del PP a las Islas Baleares. A finales de agosto, el ejecutivo de Marga Prohens aprobó un Plan de medidas urgentes para captar y fidelizar profesionales sanitarios, con el objetivo de garantizar la atención sanitaria y reducir las listas de espera. Además también retiró el requisito de saber catalán para poder trabajar a la sanidad pública de las Islas Baleares. Así lo afirmó la consellera de Salud, Manuela García. "Somos conscientes de que no existe un problema en cuanto a la relación médico-paciente y se potenciará el uso del catalán a las consultas", dijo.