El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha acusado al secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, de criminalizar a los dirigentes territoriales de su partido y ha asegurado que no volverá a acudir a una ronda de contactos como las que ha organizado en los últimos meses con los barones, como un "juego de confesionario". Según su opinión, "es mejor que hablen y a los militantes" del partido.

El líder de los socialistas castellanomanchegos ha reconocido que no habla con Sánchez desde la conversación que tuvieron después de las elecciones del 26 de junio, en este "juego de confesionario" con los barones, que, ha dicho, por su parte no se volverá a repetir, porque le parece "absurdo".

"No tiene sentido que llame a los dirigentes territoriales y después nos criminalice. Es mejor que hablen los militantes, y así no nos hacemos daño los unos a los otros", ha afirmado García-Page, que, eso sí, ha explicado que está "dispuesto a hablar con Pedro Sánchez de manera leal y discreta "todas las veces que se lo pida, aunque lleven meses sin hacer-lo".

No sabe qué hará Sánchez

El presidente insiste en que es "un auténtico ignorante de lo que Pedro Sánchez piensa hacer" y, de esta manera, asegura que no tiene información sobre los planes que tiene para evitar unas terceras elecciones.

Por su parte, defiende que el PSOE "no puede gobernar a cualquier precio ni dar la impresión de que entrar en la Moncloa" es su "único objetivo". "No tiene sentido vender nuestros principios o traicionar nuestro código ideológico", afirma. En particular, recalca que no está "dispuesto a que para evitar unas terceras elecciones" el secretario general de su partido sea "candidato cuestionando la Constitución o la soberanía nacional" porque "eso sería hacer que mande Homs o Puigdemont en la Moncloa".

Y, al mismo tiempo, avisa que si se vuelve a intentar un acuerdo con Podemos y Ciudadanos "muchos ciudadanos" pensarán que se los está "engañando". Pero insiste en que no sabe "exactamente lo que piensa Pedro Sánchez". "Si alguien ha pretendido generar desconcierto o que hubiera ausencia de claves o información, conmigo lo ha conseguido", ha remachado.

En la entrevista, García-Page asegura que no se identifica "con ningún concepto de crítico como algo definitivo" y asegura que no tiene el "problema", que "seguramente" tiene "gente al PSOE", no querer ver "bajo ningún concepto "en Sánchez en La Moncloa.

Pero deja claro que cree que los militantes tienen que hablar "ya", en las primarias para elegir al secretario general, en el congreso que el PSOE tiene pendiente de hacer desde la pasada primavera y que cree que tiene que esperar hasta que está resuelta la gobernabilidad.

"Sigo siendo partidario de arreglar primero las instituciones del país y después abordar nuestro debate interno. No soy nada partidario de mezclar las dos cosas, ni en un sentido ni en otro", afirma, para después insistir en que no quiere "involucrar los intereses del país por echar este Ejecutiva "ni cree que" otros lo tengan que hacer para mantenerla ", aunque apunta que" hay quien juega injustamente con todos los calendarios".

En cualquier caso, se muestra convencido que "el debate interno del partido llegará y "hablarán de los militantes, uno a uno y en secreto". Y aunque no se quiere pronunciar sobre los candidatos, apunta que "no es descartable" que la elección sea entre Sánchez y la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz.