El exvicepresidente español y líder histórico de Podemos, Pablo Iglesias, se ha quedado sin plaza para dar clases de periodismo en la Universidad Complutense de Madrid. Iglesias quería entrar como profesor asociado pero ha quedado en quinto lugar de los 7 que se habían presentado.

La plaza convocada era para el Departamento de Periodismo y Nuevos Medios de la Facultad de Ciencias de la Información y se buscaba un perfil profesional y docente vinculado a la información en radio y televisión. La puntuación en este tipo de procesos no se obtiene mediante un examen, sino aportando méritos profesionales y académicos, pero a Iglesias le ha perjudicado la reducida experiencia profesional. Mientras que el líder histórico de Podemos ha obtenido un 4, la ganadora se ha llevado la plaza con un 7,4. Por delante de él han quedado tres aspirantes más con puntuaciones de 6,65; 6,50 i 4,30. Iglesias sí ha destacado con respecto a sus títulos pero ha vuelto a fallar a la hora de acreditar experiencia investigadora en el campo de la comunicación o el periodismo.

Iglesias publicó recientemente el libro Medios y cloacas.

Iglesias, que hace colaboraciones escritas y radiofónicas en varios medios de comunicación y tiene un podcast, anunció que dejaba la política mayo del 2021, después de que, una vez abandonó la vicepresidencia del Gobierno, se presentó en las elecciones de la comunidad de Madrid y pinchó al quedar en solo 10 diputados. "Es evidente que no contribuyo a sumar, no contribuyo a que nuestra fuerza siga creciendo y consolidándose", dijo mientras acusaba a la extrema derecha de haberlo convertido en un chivo expiatorio. Iglesias reiteró entonces su confianza en la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, para relevarlo al frente de este espacio, aunque después se distanciaría de ella.

El paso de Iglesias como candidato autonómico en Madrid supuso en su día una auténtica bomba. Durante unos días pareció que sería el único candidato con la suficiente fuerza (y épica) para disputar de tú a tú la victoria a la todopoderosa presidenta autonómica Isabel Díaz Ayuso (PP). Cuando llegó la hora de la verdad, sin embargo, la operación acabó en un auténtico pinchazo.