El líder de Podemos, Pablo Iglesias, ha marcado la tónica del debate de investidura con una dura acusación a Pedro Sánchez y el PSOE relacionada con la guerra sucia de los tiempos de Felipe González cuando ha lanzado al candidato socialista “desconfíe de aquellos que tienen manchado su pasado de cal viva”. Ha estado la expresión más dura y polémica de un parlamento en que Iglesias, con su habitual y estratégico tono político de preocupación, le ha pedido que “deje de obedecer los cantos de sirena que llevan al naufragio” y al mismo tiempo le ha advertido que “vigile con la naranja mecánica”, en referencia a Ciutadans.

Pidiendo a Sánchez un cambio de rumbo, Iglesias ha recordado que la lealtad de Podemos “será igual de firme si rectifica y se pone de acuerdo con nosotros”, extendiendo la mano de su formación a negociar porque los números dan. Ahora bien, “hoy votaremos que no” porque “yo no traiciono a mi gente” y “del engaño nada florece”.

El programa de gobierno

El pacto con Ciudadanos es una “victoria” de Albert Rivera. Y el rechazo es total. “Imposibilita revertir los efectos más duros de la crisis”, ha afirmado el líder de Podemos, remarcando que, entre otras cosas, “elude la imprescindible derogación de la LOMCE”.

La vivienda y la materia laboral también ha sido motivo de crítica. “Han dejado abierta la puerta al abaratamiento del despido y las facilidades para descolgarse de los convenios colectivos”. “No se extrañe si algún día le dicen de que entregue la S y la O del nombre de su partido”, ha clamado Iglesias.

“En contra del 80% de los catalanes”

El líder d'En Comú Podem, Xavier Domènech, también ha intervenido al pleno de investidura, después del acuerdo dentro de Podemos para repartirse los tiempos y turnos de palabra. Domènech ha reivindicado que “el pacto de hoy dice que la realización de un referéndum no se puede hacer y eso se gira en contra del 80% de los catalanes”.

“Su retórica y sus luchas sólo evidencian que se ha acabado el bipartidismo”, ha defendido el de Barcelona en Comú, que entiende que “hoy votamos una propuesta de acuerdo de gobierno y no sólo la búsqueda de unos votos”. Por eso ha recordado que su grupo “no olvidaremos que aquí quien ha luchado contra la crisis y desafiado el sistema político ha sido la gente en las fábricas, en las calles, en las plazas”. “Son la esperanza cálida del cambio”, ha concluido con posterior beso con Iglesias.

Cero concesiones

La respuesta del secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha estado clara: no habrá concesiones en Catalunya. Ni referéndum ni acuerdo de investidura. “No permitiré que la gobernabilidad de España recaiga sobre los partidos independentistas”, ha afirmado.

“Tenemos que solucionar la crisis en Catalunya y reconocer su singularidad”, ha dicho, pero “antes de que ustedes llegaran ya habían los compañeros del PSC que, en el Estatut, reconocían sus derechos y singularidades”.

Sobre la negativa de los de las filas moradas a dar el sí hoy a su investidura, Sánchez ha reprochado que no se sumen a lo que cree que sería un gobierno “reformista”. “Ustedes no quieren votar por el cambio”, ha acusado al socialista.