El portavoz de Vox en el Ayuntamiento de Madrid y secretario general de la formación, Javier Ortega Smith, ha sido reprobado con los votos del PSOE, Más Madrid y Cs por "sus boicots y su falta de respeto a las víctimas de la violencia de género". El PP ha votado no a la reprobación.

Ortega Smith se convierte en el edil que más rápidamente ha sido reprobado en un pleno del Ayuntamiento, pues la crítica a su actuación ha llegado en la cuarta sesión plenaria del mandato.

Fue el Grupo Municipal Socialista el que presentó ayer una moción de urgencia a debatir hoy. En el texto destacan que el acuerdo de mínimos que es la ley de violencia de género, promulgada en 2004, ha estado siempre fuera de las luchas partidistas, algo que "ha saltado por los aires" con Vox, que ha situado la violencia contra las mujeres "en la trinchera de la confrontación partidista".

Largo historial de Ortega Smith en solo 5 meses

El primer ejemplo de esto en el Ayuntamiento, según el PSOE, tuvo lugar el pasado 19 de agosto, cuando la Corporación recordaba a Pilar, vecina de Tetuán y madre de un niño de 9 años, asesinada por su pareja. Entonces el grupo municipal de Vox se ausentó del homenaje.

Justo un mes después, el 19 de septiembre, "Vox boicoteó un minuto de silencio", el dedicado a Adaliz, vecina de Ciudad Lineal, madre de dos niñas y asesinada por su expareja. Lo hacían con una pancarta, tras la que se encontraba Ortega Smith, que rezaba: "La violencia no tiene género. Contra todo tipo de violencia intraframiliar".

La última confrontación la protagonizó el lunes, día internacional de erradicación de la violencia de género. El diputado ultraderechista acusaba a Nadia Otmani ―la mujer que acabó en silla de ruedas después de ser disparada por su cuñado al intentar defender a su hermana y que el lunes le exigió que no utilizara a las víctimas de violencia machista― de montar "el numerito" en el acto institucional por el 25-N en una acción "premeditada y orquestada" por la izquierda.

Además en este pleno no se ha firmado una declaración institucional en torno al 25-N por la negativa de Vox, algo que los socialistas ven como "retroceder todo lo andado".