Òmnium Cultural ha presentado una demanda en la Audiencia Nacional por los casos de monitorización policial al Sindicat de Estudiants dels Països Catalans (SEPC) y al Jovent Republicà. La entidad hace este paso después de encontrarse con el silencio del Ministerio del Interior ante la exigencia de Òmnium de poner fin a la vulneración de los derechos fundamentales, a la intimidad, a la asociación y a la desviación del poder. "(Fernando Grande) Marlaska hace caso omiso a la vulneración de derechos fundamentales y no responde a la petición que interpusimos en el Ministerio del Interior. Ante este silencio, tan esperado como vergonzoso, pasamos a la vía judicial con una querella en la Audiencia Nacional para que no quede impune", ha afirmado Xavier Antich, presidente de la organización.

Hace semanas, la entidad presentó un requerimiento administrativo en el Ministerio del Interior dando diez días al ministro Grande-Marlaska, responsable de los cuerpos policiales del estado español, que parara las prácticas ilegales de infiltración de agentes policiales en los movimientos juveniles e independentistas. Pasado el periodo marcado y al no recibir respuesta, Òmnium reclama que se inicie la vía judicial ante la "clara" vulneración de derechos fundamentales, espionaje y persecución política al movimiento independentista. "Ya avisamos de que llegaremos hasta donde haga falta para desenmascarar el juego sucio del Estado y conseguir una condena", ha recordado Antich y añade: "Que la policía se infiltre en organizaciones juveniles democráticas es más propio de un régimen totalitario que de un estado de derecho".

Para la organización, tanto la monitorización policial a los movimientos y entidades juveniles independentistas, así como el espionaje ilegal, forman parte de la causa general contra el independentismo. Òmnium afirma que en los dos casos se busca criminalizar la disidencia política.

Los casos denunciados: SEPC y Jovent Republicà

El pasado 7 de junio se supo que un joven que respondía al nombre de Marc y que había participado activamente en el movimiento estudiantil universitario, concretamente en el SEPC, así como en el movimiento por el derecho a la vivienda del Gòtic y en el movimiento popular vecinal del Eixample Esquerra era un policía. En este caso, un año después de ser nombrado funcionario, en junio de 2020, cuando justo empezábamos a salir del confinamiento duro por la pandemia y esta había provocado estragos en muchas familias, entró por primera vez en el activismo de la izquierda independentista, donde militó durante dos años.

Por otra parte, en el caso de Jovent Republicà, el 27 de junio se conocía un intento de captación de un nuevo confidente en el seno del independentismo. El mismo joven, que fue objetivo del reclutamiento por parte de dos supuestos agentes del Departamento de Seguridad Nacional, denunció los hechos y llegó a grabar parte de sus encuentros con los hombres como prueba.