Una inmensa mayoría de los partidos y de la sociedad catalana defienden la necesidad de que se acuerde una ley de amnistía que sirva para pasar página de todos los casos de persecución judicial que se han desencadenado desde el 1-O. En esta reivindicación coinciden JxCat, ERC, la CUP y también los comunes. Òmnium Cultural lidera desde hace semanas una campaña específica por presionar por la amnistía. Hoy la han llevado al Parlament.

Coincidiendo con el día en que Oriol Junqueras ha salido por primera vez de Lledoners en aplicación del artículo 100.2, Marcel Mauri se ha reunido con el presidente de la cámara catalana, Roger Torrent. Días atrás hizo lo mismo con el president de la Generalitat. El vicepresidente de Òmnium ha reconocido que alcanzar este hito será difícil y que serán necesarios "mucho esfuerzo y mucha lucha".

 

La finalidad de la amnistía, tal como él mismo a explicado, es que no sólo se beneficien los nueve presos condenados por sedición, sino también "el conjunto de más de mil personas que han sufrido represión desde el 1-O". Al mismo tiempo, ha recordado que los permisos que se empiezan a conceder a los líderes independentistas presos "en ningún caso son libertad".

Mauri se ha referido también a las permanentes disputas entre Junts per Catalunya y Esquerra Republicana. Ha reconocido sentir "preocupación por la falta de unidad" y si bien se ha quejado de "falta de empatía por parte de todos", ha querido dejar claro que "el origen de la división política es siempre la represión". En este sentido ha reflexionado que "si todos pudieran hablarse con libertad y no desde el exilio o la prisión seguro que eso no pasaría".