Conseguir la oficialidad del catalán en la UE ha sido una de las promesas que Pedro Sánchez siempre ha mantenido viva ante las exigencias de Junts para facilitarle el apoyo parlamentario que ahora le ha retirado. Las dificultades, sin embargo, para conseguir apoyos en el club europeo para que esto sea una realidad han hecho que cada vez el PSOE tenga menos cosas que ofrecer sobre esta carpeta que se abrió con el Acuerdo de Bruselas. Los socialistas se han escudado asegurando que la medida no depende exclusivamente de su voluntad y que se trata de convencer a todos los socios europeos para que no pongan trabas a una propuesta que también incluye la demanda de hacer oficiales en la UE el gallego y el vasco.
A lo largo de todas las presidencias de turno en la UE, el gobierno español ha hecho gestiones para que la cuestión entrase en el orden del día de las reuniones del Consejo de Asuntos Generales, que es el ámbito donde la cuestión lingüística que se plantea debería tratarse. Este martes se debe celebrar en Bruselas la última reunión ministerial del año bajo presidencia danesa y el punto sobre las lenguas no aparece en la agenda del encuentro, según ha avanzado la agencia ACN. La pelota ahora pasa a la siguiente presidencia del Consejo de la UE, que debe asumir Chipre, y la inclusión de la demanda lingüística se podría pedir para la próxima reunión, que deberá tener lugar el 26 de enero de 2026.
Tema estancado desde julio
Fuentes diplomáticas citadas por la ACN aseguran que España todavía no ha dado el paso de contactar con la representación chipriota, de manera que la oficialidad del catalán en la UE queda de nuevo en el aire y sin ninguna otra concreción, a menos que se comunique alguna maniobra del gobierno español a última hora. A estas alturas, la oficialidad del catalán en la UE no se aborda en Bruselas desde julio pasado, al inicio de la presidencia danesa para el segundo semestre de 2025. En aquel momento, aunque la cuestión no se sometió a votación, el gobierno español presentó una nueva propuesta para que los Estados miembros que ven más obstáculos a la iniciativa dejaran de dudar.
Así pues, en aquel momento la cuestión quedó anclada con la voluntad de continuar trabajando para conseguir un consenso sobre la cuestión. A estas alturas, sin embargo, parece que este acuerdo no se ha podido alcanzar todavía. El hecho de que la cuestión ya no aparezca en la agenda sintoniza con las declaraciones que hizo el secretario de Estado para la UE del gobierno español, Fernando Sampedro, el pasado octubre asegurando que descartaban poner de nuevo el tema sobre la mesa hasta que no se constate la unanimidad de los 27 que se han de poner de acuerdo.