El actual candidato a las listas de Junts per Catalunya, Jaume Alonso-Cuevillas, ha matizado la resolución del TSJC como catedrático y especialista en derecho procesal. Así pues, este órgano jurídico ha presentado de "forma provisional la suspensión cautelarísima".

Y Cuevillas dice que se hace "mientras se decide la definitiva suspensión cautelar del decreto que no suspendía sino desconvocaba las elecciones del 14-F y las aplazaba al 30 de mayo". Y es en esta última afirmación donde está el matiz: el decreto en ningún caso suspende una fecha sino que la desconvoca y la interpretación que hace el TSJC de la acción del Govern es totalmente diferente.

Más allá de la lectura jurídica, Cuevillas no niega el lío y el alboroto que genera esta situación y, en un hilo que acaba de publicar en Twitter, ironiza con todo: "Supéralo, Groucho, más madera". En clave más electoralista y de posicionamiento del partido que representa, también se hace una pregunta con segundas: "Supongo que el candidato socialista lo valora muy positivamente, el ministro de Sanidad quizás no tanto". En esta doble cara de Salvador Illa compartiendo públicamente los dos cargos dentro de esta transición hacia la campaña definitiva catalana.

Para entenderlo mejor, hace falta leer qué ha publicado exactamente el TSJC: "La sala de lo contencioso suspende de forma cautelar y provisional el decreto que convocaba las elecciones el 30 de mayo. Por lo tanto, pasa a estar provisionalmente en vigor el decreto que las fijaba para el 14 de febrero. La sala tiene pendiente de resolver otros recursos con medidas urgentes solicitadas por, hasta ahora, 6 demandantes".

En cambio, si nos fijamos en el decreto en que desconvoca la primera fecha, dice: "Se deja sin efecto la fecha de las elecciones del 14 de febrero". Y acogiéndose al informe de los Servicios Jurídicos, se apuesta por un "aplazamiento como consecuencia de la pandemia y la evolución a seguir". Diferencias, de entrada, de forma y contenido.

Los magistrados argumentan que mantener suspendidas las elecciones mientras se decide definitivamente si se pueden celebrar o no el 14 de febrero o si hace falta un aplazamiento, como ha considerado el Govern, provocaría una situación de inseguridad jurídica y no se podrían respetar los plazos en caso de que finalmente las elecciones se tengan que hacer dentro de un mes. Fuentes de Vicepresidència aseguraban ayer a ElNacional.cat que están preparados por si continúa el escenario del 14-F.