Si esta mañana Podemos y el PSOE ya habían chocado en el Gobierno por el acercamiento del presidente Pedro Sánchez a Ciudadanos, esta tarde lo han hecho por Juan Carlos I. El ejecutivo español ha expresado su "respeto" por el exilio del monarca emérito mientras al mismo tiempo alababa a Felipe VI, y el vicepresidente Pablo Iglesias no ha dudado en replicarlo en público.

En Podemos le es cada vez más difícil seguir la línea que impone Pedro Sánchez. "Un gobierno democrático no puede mirar hacia otro lado ni mucho menos justificar o saludar comportamientos que erosionan la dignidad de una institución clave como la jefatura del Estado y que son un fraude a la Justicia", ha indicado, replicando abiertamente el comunicado oficial de su gobierno.

Fuentes de Moncloa habían expresado minutos antes su "respeto" por las decisiones comunicadas por la Casa del Rey [la marcha de Juan Carlos I fuera de España] y habían puesto de manifiesto su "reconocimiento del sentido de la ejemplaridad y transparencia que siempre han guiado al rey Felipe VI desde su llegada a la Jefatura del Estado".

"La pretensión de impunidad por presuntos delitos graves por parte nada menos que un exjefe de Estado produce un enorme daño a la democracia", ha insistido en cambio Iglesias.

No ha dudado en tildar el exilio de Juan Carlos I de "huida al extranjero", que deja la monarquía española "en una situación muy comprometida". "Por respeto a la ciudadanía y a la democracia española, Juan Carlos I tendría que responder por sus actos en España y ante su pueblo", ha añadido.

El giro que está dando el presidente Pedro Sánchez hacia Ciudadanos ya estaba convirtiendo por sí mismo al Gobierno en una olla a presión, por las estrategias contrapuestas del PSOE y de Podemos. La buena sintonía que se ha puesto de manifiesto esta mañana en la entrevista que la vicepresidenta española, Carmen Calvo, ha mantenido con el portavoz adjunto de Cs, Edmundo Bal, ha encendido las alarmas en la formación de Pablo Iglesias, porque apunta que Ciudadanos será el socio preferencial para aprobar los presupuestos del Estado.

El que apareció como el gobierno más progresista de la historia está deconstruyendo con una gran rapidez esta imagen y se está convirtiendo por la acción de Sánchez en un gobierno estrictamente pragmático para asegurarse mayorías parlamentarias. El cálculo del PSOE es que Podemos aguantará quedar descolocado, porque preferirá no abandonar el ejecutivo español, después de los esfuerzos que hizo por llegar a él.

El malestar de la dirección de Podemos es descomunal y confirma que el ejecutivo de coalición español está entrando en una fase de fuerte tensión. La ministra de Igualdad, Irene Montero, la número dos de Podemos en el Gobierno, lo ha hecho público esta tarde con expresiones fuertes. "Cs gobierna gracias a Vox, por eso no es creíble que den apoyo a las políticas centrales del gobierno de coalición. Quien mira hacia la derecha no es el gobierno, sino una parte de él. Cumplir el acuerdo de gobierno implica cuidar la mayoría parlamentaria que lo hizo posible", ha indicado. La tensión interna en el Gobierno ya ni siquiera se disimula.