Los clichés que suponen una Catalunya dividida entre un interior independentista y una área metropolitana unionista están saltando por los aires de forma continúa en un proceso acelerado las últimas semanas. Así se ha visto este martes por la noche en el distrito de Nou Barris de Barcelona, feudo histórico del PSC y ahora calador de votos de los comunes, donde el apoyo al referéndum del 1 de Octubre se siente tanto vivo como EN cualquier otro punto de Catalunya.

A pesar del asedio judicial y policial que dedica esfuerzos incesantes a perseguir todo aquello relacionado con el referéndum y más allá de la campaña de intimidación que pretende convertir en delincuente todo acto que tenga que ver con el 1-O, la marquesina de la VIa Júlia, el ágora de los vecinos de los barrios de Verdum y la Prosperitat, se ha convertido en el punto de encuentro del independentismo de lo que ya hace muchos años que ha dejado de ser el extrarradio.

La diputada de la CUP, Eulàlia Reguant, el teniente de alcalde de Barcelona, Jaume Asens y el conseller Toni Comín han respondido al llamamiento del presidente Jordi Cuixart de formar parte de un acto organizado por Òmnium que tenía como finalidad demostrar que la campaña por el referéndum es capaz de movilizarse en cualquier punto del territorio.

Democracia, también en España

Delante de más de tres centenares de personas y entre gritos de 'Votaremos', los ponentes se han distinguido por una defensa de la convocatoria del 1 de octubre, no sólo como vía para conseguir la independencia, sino también como vehículo para transmitir democracia, aquí en Catalunya, y allí en España.

Especialmente claro en este sentido ha sido el conseller Comín, que ha asegurado que el 1-O "no va de nacionalismo", para añadir que "nos queremos separar porque no soportamos el nacionalismo español" y por ello concluir que una república catalana comportará cambios también en España. "El detonante de su república será la nuestra", ha asegurado, para acto seguido lanzar una dura advertencia a su expartido, el PSC: "No existe la equidistancia" porque en un escenario de "reprimidos y represores" la inacción supone ser "cómplices de la represión". Con todo, Comín ha tenido que ver cómo una decena de trabajadores del hospital de la Vall d'Hebron aprovecharan el acto para exhibir pancartas con reclamaciones de más recursos a la sanidad pública.

También se ha sumado a las críticas a la actitud del PSC Jaume Asens, que ha reivindicado "un paso adelante" en lo que pueda quedar del sector soberanista del PSC, mencionando los nombres de la alcaldesa de Santa Coloma de Gramenet, Núria Parlón, y la exdiputada Laia Bonet.

"Estamos desobedeciendo al TC y no pasa nada"

A su vez Cuixart, ha querido dejar claro que actos como el de Nou Barris son la demostración de que "el Tribunal Constitucional ya no tiene ningún tipo de autoridad en Catalunya". "Estamos desobedeciendo al TC y no pasa nada", ha añadido el presidente de Òmnium, en una constatación de la movilización que vive Catalunya.

El acto, sin ninguna presencia policial, ha finalizado con el canto de Els Segadors y la sensación, patente en muchos de los asistentes, que desobedecer al Tribunal Constitucional es simple pero, sobre todo, necesario. ¡Ah!, un pasavolante ha llamado 'fascista' a Cuixart (eso sí, sin bajar del coche).