El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, comparecerá en el Congreso para explicar la medida del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) condicionado que decidió imponer en Catalunya para evitar el desvío de gastos hacia el referéndum. La medida ha sido aprobada por unanimidad con el voto de todos los grupos, aunque el Partido Popular ha calificado a los independentistas de un discurso "víctimista" y ha asegurado que la decisión de la Comisión Delegada de Asuntos económicos no supondría una suspensión monetaria de los servicios públicos porque el Estado garantizaría su provisión.

El PSOE ha apoyado la medida asegurando que esta ya existía –ahora sólo se estaría "reforzando"– y que Convergència y Unión se abstuvo cuando el sistema del FLA se estableció, pese a que ahora estarían poniendo "el grito en el cielo". La socialista catalana, Meritxell Batet, ha reprochado a Montoro que no pidiera comparecer de mutuo propio, si bien, ha destacado la aplicación temporal de la medida. "Es necesario hasta que desaparezca la situación de riesgo en Catalunya", ha leído Batet del comunicado que Hacienda emitió en su momento. También se ha mostrado a favor Ciudadanos asumiendo que el dinero sólo debía servir para financiar los servicios.

En el bloque de los contrarios a la medida, el líder de En Comú Podem, Xavier Domènech, ha considerado que el gobierno "jugaba" con estas medidas y los recursos en el Tribunal Constitucional ante la "incapacidad de hacer política". El PNV ha tildado la vía "de inusual" con "graves consecuencias".

Los independentistas han destacado el papel del FLA como "fraude" porque supone dinero recaudado en un origen en las comunidades y prestado con intereses. Jordi Xuclà (PDeCAT) ha afirmado que era la "crónica de una asfixia anunciada" –en palabras de Trias Fargas- y Joan Tardà (ERC) le ha increpado que obligara a los catalanes partidarios de la unidad de España a asumir un sacrificio "por la patria". Tardà también ha añadido que Montoro era "un cínico" y confundía "obligaciones con generosidad".