No hacen falta primeras espadas para levantar polvareda. Basta con un número dos como Rafael Pérez, secretario de Estado de Seguridad, para abrir una polémica no sólo con el independentismo, sino incluso con sus socios de los comunes. En su caso, después de que ayer calificara la comisaría de Via Laietana, en Barcelona, como un "símbolo de servicio público" y de "democracia". Hoy La Moncloa ha salido al paso de estas declaraciones. Si bien evitan desautorizar al número dos del Ministerio del Interior, sí que recuerdan aquello obvio que no se recordó ayer: que "fue un lugar de represión y tortura". Hay que recordar que el PSC se ha posicionado a favor del traslado y resignificación de la actual jefatura de la policía española.

 

Preguntada sobre la polémica en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, la portavoz Isabel Rodríguez ha asegurado que no le corresponde "interpretar las palabras de nadie" y que la opinión del Gobierno es que "fue un lugar de represión y torturas". En este sentido, ha insistido en que este ejecutivo busca "dignificar la memoria democrática y dar respuesta a quien sufrió la persecución en otros momentos". La dirigente socialista ha rebatido que lo que quería hacer el secretario de Estado es "poner en valor el papel de la Policía Nacional en todo el territorio de nuestro país, también en Catalunya y Barcelona."

No se sabe si estas palabras servirán para calmar los ánimos. Hoy mismo, ha comparecido el portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, reclamando la "rectificación" o la "dimisión" de Rafael Pérez. También desde Junts per Catalunya han reclamado explicaciones al Gobierno. E incluso desde el espacio de Unidas Podemos y concretamente desde los comunes, que también han exigido una rectificación por parte de Marlaska. Gerardo Pisarello ha denunciado que estas declaraciones declaraciones borran "la historia de violencia" de la comisaría.

Mensaje en ERC para los presupuestos

Ha sido la primera rueda de prensa del Consejo de Ministros después de la detención del president Carles Puigdemont en el Alguer. Pero desde La Moncloa han querido quitar hierro al asunto y fijarse en lo que hay por delante. En primer lugar, la negociación de los presupuestos, que según fuentes del Gobierno serán aprobados no más tarde del 11 de octubre. En este contexto, Isabel Rodríguez ha lanzado un mensaje a ERC, asegurando que es un grupo "suficientemente autónomo" para definir su propio voto cuando las cuentas públicas lleguen al Congreso de los Diputados, sin dejarse presionar. Lo ha compensado con una clara defensa de la mesa de diálogo, frente a "vías unilaterales" que no tienen cabida.

"Hay razones muy poderosas para que todos los grupos den una reforma afirmativa a estos presupuestos", ha defendido la portavoz del ejecutivo central. "No entenderíamos y sería difícil para estas fuerzas políticas justificar su no apoyo a los mismos", ha concluido Rodríguez.