"Puigdemont se debe estar cachondeando de todos nosotros", es una de las frases que se habría oído en el gobierno español después de que el Consejo de Estado rechazara el recurso por la investidura del president en funciones.

Así lo asegura Lucía Méndez, periodista de El Mundo, en una narración detallada de "las 48 horas de pánico en La Moncloa" hasta la decisión del Tribunal Constitucional (TC) de este sábado, por la que Puigdemont sólo podrá ser investido presencialmente y con previa autorización del juez.

Antes, el gobierno español habría vivido su "semana negra" cuando se dieron cuenta del "pollo" que podía significar que Puigdemont fuera escogido president —a distancia— en el Parlament.

En esta tesitura, la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría se puso manos a la obra con su equipo —sin comentarlo con nadie más del Ejecutivo— para buscar cualquier salida jurídica que evitara la investidura de Puigdemont, el líder político que "se le ha atragantado al gobierno español".

Santamaría lo habría explicado todo "de forma muy dramática" a Rajoy, y esto habría llevado al presidente español a "volver a confiar en ella".

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El problema llega cuando el Consejo de Estado tumba el recurso de Rajoy, y la Moncloa y el PP "caen en estado de alucinación". "El Estado de Derecho no puede con un lunático sin futuro político" o "menuda imagen estamos dando al mundo" son otras de las frases que se habrían oído entre los miembros del partido que gobierna España.

Tras la decisión del TC de este sábado, el Ejecutivo estatal "se ha salido con la suya", pero el artículo deja claro que a pesar de ello "Soraya aparece cada día más cuestionada tanto en el gobierno estatal como en el partido", y que "no levanta cabeza" desde el 1-O.

Además, asegura que "algo se ha quebrado en el relato de la fortaleza y la unidad del Estado".