El Ministerio de Transportes ha comenzado hoy las obras para desmantelar las cabinas de peaje de la autopista AP-2 después del fin de las concesiones el pasado 1 de septiembre, es decir, dos meses más tarde. Paralelamente, ayer empezó el derribo de los peajes en la AP-7. Los trabajos para retirar las instalaciones del peaje en el acceso de Lleida se alargarán entre diez y quince días y, posteriormente, se hará lo mismo con los de Soses, les Borges Blanques y el Albi, en este orden. Se prevé que el conjunto de estos trabajos se alarguen unos dos meses. El subdelegado del Gobierno en Lleida, José Crespín, ha defendido este miércoles durante una visita a los trabajos que la liberación de los peajes supondrá un ahorro económico de más de 750 millones de euros para los catalanes.

Contrato

Este fin de semana se ha formalizado el contrato con la empresa adjudicataria del mantenimiento y conservación del tramo de 61 kilómetros del AP-2 que piensa por las comarcas de Lleida, la Unión Temporal de Empresas (UTE) integrada por Arnó, Rubau y Acuaterra. La primera actuación que llevará a cabo es el desmantelamiento de las playas de peajes, el cual se ha empezado en el acceso de Lleida y se continuará con los de Soses, les Borges Blanques y el Albi. Después, el UTE llevará a cabo la reordenación de los accesos una vez retirados los peajes. El contrato que le adjudicó el Estado también incluye la gestión de las dos áreas de servicio existentes en este tramo.

Ahorro

Durante una visita a los trabajos, Crespín ha destacado que la liberación del peaje al AP-2 y AP-7 supondrá un ahorro económico de más de 750 millones de euros para los catalanes. En el caso del levantamiento de barreras al AP-2, ha remarcado que "permite disponer una vía de alta capacidad que acerca a los leridanos a Tarragona y Barcelona y también a Aragón". Asimismo, ha dicho que la liberación puede suponer un estímulo para atraer empresas a los municipios por donde discurre. El subdelegado del Gobierno también ha valorado que la liberación supone "un cambio importante en la movilidad en el territorio". En este sentido, ha explicado que, en el primer mes desde el levantamiento de barreras, el tráfico en l'N-240 que discurre prácticamente en paralelo al AP-2 sufrió un descenso del 47% de vehículos con respecto a septiembre del 2019, ya que en el 2020 el volumen de vehículos fue muy inferior al habitual.

Dos meses

La ejecución de las obras ha llegado dos meses después del fin de las concesiones de los peajes. Ya a finales de septiembre, el vicepresidente de la Generalitat y conseller de Políticas Digitales y Territorio del Govern, Jordi Puigneró, tuvo que exigir al Estado, concretamente a la ministra de Transportes Raquel Sánchez, que planificara el desmantelamiento de las cabinas, y consideró "inaceptable" el retraso.

 

Foto principal: empiezan las obras por desmantelar el peaje del AP-2 / ACN