El delegado del gobierno español en Catalunya, Enric Millo reprocha al presidente del Parlamento Roger Torrent que no quiera reunirse con él: "le he pedido una entrevista hasta tres veces y siempre me lo ha negado", ha dicho. En una entrevista a 'El Matí' de Catalunya Ràdio ha lamentado que Torrent sólo quiera hablar con el presidente español Mariano Rajoy y ha deseado que "ojalá" entendiera "mi papel" como representante permanente del gobierno español. Millo ha añadido que echa de menos poder sentarse con el presidente de la Generalitat y del Parlamento porque "es absolutamente necesario". En este sentido ha manifestado que Mariano Rajoy también "está deseando que haya un presidente de la Generalitat con quién poder hablar" y ha negado la existencia "de una mano negra" interesada al ir a unas terceras elecciones.

El delegado del gobierno español en Catalunya ha defendido que su apuesta siempre ha sido la del diálogo y que antes de la convocatoria del referéndum del 1-O mantuvo varias reuniones privadas con el presidente Carles Puigdemont para intentar resolver la situación porque "en el otro lado" siempre ha encontrado "una pared". Millo ha asegurado que Puigdemont, que nunca quiso que estos encuentros se hicieran públicas, no estaba interesado en encontrar una solución porque significaba "el fin del proceso".

No hay consenso para intervenir TV3

Enric Millo ha dicho que no se ha planteado la intervención de TV3 y ha explicado que esta posibilidad se"excluyó" de la comisión del Senado que lo estudiaba porque "no hubo consenso". En todo caso, considera que si se cree que los medios públicos no actúan con neutralidad se tendría que convocar una comisión para estudiarlo.

Sobre el cese de la directora del Instituto de Seguridad Pública de Catalunya, Annabel Marcos por haber trasladado urnas del 1-O dentro de su vehículo, Mejor ha dicho que cuando una investigación demuestra que una persona que tiene cargo de responsabilidad actúa al margen de la ley "se la cesa porque es un cargo de confianza".

Agitadores entre los CDR

Respecto de los Comités de Defensa de la República (CDR) ha dicho que son "un fenómeno digno de estudio" y que han servido de cobijo a los tradicionales agitadores de las manifestaciones: "No se puede afirmar genéricamente que los 400 CDR sean violentos pero tampoco negar que dentro hay gente que utilizan la estructura como coartada".