Campanar-dins

La madrugada del día 28, una vez el recuento de votos haya finalizado, una gran penumbra cubrirá la luna que quedará teñida de rojo. Pero que nadie se preocupe. Es sólo un eclipse de luna. De hecho, este será uno de los pocos acontecimientos explicables que se habrán registrado esta semana. La situación comienza a resultar inquietante. La respuesta por escrito de la Comisión Europea en que se advertía el martes que una declaración unilateral de independencia del Parlament no tendría efectos ahora resulta que no es tal. Por alguna razón extraordinaria y difícilmente atribuible a un error involuntario, la declaración no se ha limitado a quedar traducida, sino literalmente transmutada al comparar las versiones en inglés y castellano. Era la respuesta de la Comisión al popular Santiago Fisas donde se admitía, por primera vez formalmente, que “el territorio de un Estado miembro está determinado únicamente por el derecho constitucional nacional” y no por decisiones de un Parlamento autonómico. La versión en inglés no contiene este párrafo y se limita a reiterar –como también hace la versión española– que no corresponde a la Comisión manifestar su opinión sobre cuestiones de organización interna relacionada con Estados miembros. La sorpresa ha sido mayúscula en Bruselas cuando se ha denunciado este hecho y el escrito, tanto en inglés como en castellano, ha sido inmediatamente retirado de la web.

Linde se corrige

En este contexto en que las declaraciones no hacen más que evolucionar hasta autocorregirse, también el gobernador del Banco de España, Luis María Linde, ha aclarado que la posibilidad de un corralito en Catalunya, que el lunes daba por real, ahora resulta que es “altamente improbable”. “Yo diría que casi imposible”, ha asegurado en una comparecencia en el Senado. Eso ha pasado al mismo tiempo que el ministro de Exteriores, José Manuel García Margallo, no dudaba a remachar el clavo de las declaraciones de Mariano Rajoy sobre nacionalidad y Constitución. Llevado por la pasión de deshacer el patinazo que había propiciado el día anterior las sorprendentes lagunas de Rajoy sobre la Constitución, Margallo no ha tenido inconveniente en tratar a Catalunya de colonia. El ministro ha comparado la situación catalana con la de los procesos de independencia de América Latina o de Argelia. “Cuando uno sale de un país abandona todos los atributos que le dan pertenencia a aquel país”, ha remachado horas antes de celebrar el debate con Oriol Junqueras sobre el proceso secesionista.

Día de la libertad

En esta agitada recta final de campaña ha sorprendido el anuncio del obispo de Solsona, Xavier Novell, animando a todos los rectores de la diócesis a tocar las campanas el domingo por la mañana. “Un buen repique para despertar a todo el mundo y anunciarles que ha llegado el día de la libertad”, asegura Novell en la glosa del próximo domingo. El obispo recuerda que hace dos años desaconsejó un gesto similar, pero puntualiza que esta vez se presenta “la oportunidad de vivir en el día más importante de nuestra historia como pueblo”. Según Novell, el domingo se decide sobre la independencia: hay dos candidaturas que representan el sí y “el resto significa no”. El obispo no se limita a lanzar un llamamiento a la participación para hacer inequívoco el resultado –“sea cuál sea”– sino que insta a los feligreses a “ayudar a otros a votar”. La glosa del obispo de Solsona se ha hecho pública justo al día siguiente de que el arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, convocara una víspera de oración el viernes a las 20 horas en la Catedral para “rogar por España y su unidad”, así como un mes de ruegos especiales en las misas de todas las parroquias como respuesta a un proceso independentista que consideran que no tiene “ninguna justificación moral”. La campaña más extraordinaria que se ha vivido nunca en Catalunya vive sus dos últimas jornadas. Las diferentes caravanas preparan ya los actos de cierre. Todas con sus estrellas, locales e invitados. El PP llevará a su acto incluso al expresidente francés Nicolas Sarkozy. Junts pel Sí, siguiendo la tónica de movilización que ha marcado su campaña, asegura que preparan la fiesta-mitin de cierre de campaña más grande que se ha visto nunca en Catalunya. Quedan dos días.