La canciller alemana, Angela Merkel, ha manifestado que no se sentía "incómoda" por la presencia de Carles Puigdemont en el territorio alemán, cuando ha sido preguntada por los periodistas sobre si le incomodaba la estancia del político catalán, a la espera de que el tribunal de Sleschwig-Holstein resuelva la causa de extradición. La canciller ha dicho "no, no me incomoda", y lo ha argumentado porque la relación entre España y Alemania es "de Estados de Derechos" y son las instituciones judiciales a las que están trabajando al respecto; por tanto, la política queda al margen.

Las palabras se han producido en la rueda de prensa posterior al encuentro bilateral con presidente del gobierno, Pedro Sánchez, en Berlín, donde este ha insistido en la negativa del nuevo gabinete en permitir un nuevo referéndum. "Lo que representó el 1-O es una página que se tiene que dejar atrás", ha dicho Sánchez, en respuesta a las palabras del presidente Quim Torra sobre que buscaría uno nuevo 1 de octubre para hacer efectivo el despliegue de una república.

Esta afirmación llegan a pocos días que tenga lugar la reunión entre Torra y Sánchez, el próximo 9 de julio en la Moncloa. "En los márgenes de la Constitución podemos hablar muchas cosas" ha añadido, a modo de aviso previo a su interlocutor. La portavoz Isabel Celaá ya advirtió en una rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros que la autodeterminación quedaba fuera del diálogo.