La conselleria de Exteriores, que encabeza Raül Romeva, ha enviado esta mañana un memorándum a gobiernos, embajadas y cuerpo diplomático informándolos del anuncio hecho hoy de convocatoria del referéndum. Bajo el título, El Govern catalán convoca un referéndum de independencia el 1 de Octubre del 2017, el documento informa de que el ejecutivo catalán ha llegado a un acuerdo para la fecha y la pregunta: "Don you want Catalonia to be an independent country in the form of a Republic"?.

El Govern no ha escondido en ningún momento que la internacionalización del proceso es uno de los objetivos clave en su estrategia. De hecho, el president, Carles Puigdemont, en el parlamento con que ha anunciado la fecha y la pregunta ha puesto el acento en recordar los países a los cuales ha acudido su gabinete a explicar los planes secesionistas.

El memorándum recuerda la constante negativa del ejecutivo español a encontrar una salida política a las demandas de "la mayoría de los ciudadanos de Catalunya", lo cual ha llevado al Govern, "con el apoyo de una mayoría parlamentaria", a seguir adelante con el referéndum; y asegura que todos los sondeos de opinión muestran que un 75% de la población quiere votar. "Corresponde a los catalanes decidir sobre el futuro colectivo de la sociedad y la única manera razonable para averiguar lo que piensan sobre un tema tan fundamental es preguntándoles directamente", argumenta además de subrayar la "legitimidad" de esta votación como un "acto democrático".

Interpretación parcial de la Constitución

Insiste en que el Govern habría querido hacer el referéndum de manera acordada con el Estado español, pero que el ejecutivo de Mariano Rajoy no ha querido, por lo cual, las instituciones catalanas consideran que este es el único camino posible. "La Constitución española no prohíbe esta ruta, y una decisión tan importante no tiene que ser condicionada por una interpretación parcial de la Constitución. La votación no puede, en ningún caso, ser considerada un acto ilegal", insiste.

El documento recuerda que este mes de junio hace siete años que el Tribunal Constitucional dictó la sentencia que recortó el Estatut, destaca que aquel texto era resultado de un largo proceso y una amplia negociación, que se cerró con un referéndum; y reprocha que una sola institución, "altamente politizada", fue suficiente para acabar con el diálogo y los acuerdos conseguidos.

En este punto, alerta que este Tribunal Constitucional "no es mejor hoy en día", que una reforma urgente ha hecho posible la suspensión sumaria de cargos electos sin necesidad de más proceso judicial, y que de nada han servido para intentar frenar esta reforma ni las disensiones razonadas dentro del mismo tribunal ni las advertencias de la Comisión de Venecia en contra.

Una oportunidad para el Estado

"Este paso adelante no tendría que ser visto como un problema sino como una oportunidad para el Estado español para repensar su papel y también para dar un paso adelante en su sistema democrático", asegura el memorándum que, de hecho, señala el referéndum como una ocasión para superar el pasado autoritario del Estado español y los débiles fundamentos del régimen establecido en 1978 y convertirse en un modelo para la defensa de la propia diversidad y garantía de los principios democráticos dentro de sus fronteras.

El documento proclama que "Catalunya quiere ser un socio clave para España", tanto si los ciudadanos deciden seguir formando parte del Estado como si escogen convertirse en un Estado independiente. "Pero sea cuál sea la relación, España tiene que avanzar en términos democráticos y en el Estado de derecho; es una cuestión inevitable para su futuro. Este paso adelante, por lo tanto, representa una triple oportunidad: para Catalunya, para España y para Europa", concluye.