Los resultados de las últimas elecciones generales del 23-J sorprendieron a todo el mundo. Aunque todavía no hay ningún candidato a la investidura seguro, y la sombra de repetición electoral sigue oscureciendo el escenario político, poca gente creía que el socialista Pedro Sánchez se alzaría como el candidato más factible por delante del popular Alberto Núñez Feijóo. De hecho, solo el 32% de los españoles veía a Pedro Sánchez como el próximo presidente español una semana antes de las elecciones del 23 de julio. Así lo recoge el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), que ha difundido este jueves un estudio sobre la tendencia de voto la última semana antes de la cita en las urnas, y lo que motivó a los electores a votar por los candidatos. Según los resultados del tracking secreto que hasta ahora no se conocía, el 51,6% de los encuestados creía que Alberto Núñez Feijóo sería el nuevo presidente de un Gobierno de coalición. Y es que de hecho, de acuerdo con los datos del CIS, casi un 85% de los consultados estaban convencidos de que el próximo gobierno de España sería de coalición entre varios partidos y solo un 12% contaba que de las elecciones se desprendería un gobierno monocolor.

Desde el día 17 de julio hasta el 22, justo antes de los comicios, el CIS de Tezanos entrevistó una media de 3.000 personas al día, con una muestra cercana a los 27.000 encuestados. De los resultados se desprende que la intención de votar del actual presidente en funciones fue de menos a más en los últimos diez días antes de las elecciones, y la de Feijóo bajó algunas décimas el día antes de ir a las urnas. Cuando se les preguntaba quién preferían que fuera el siguiente presidente español, el 36% prefería a Sánchez ante el 28,7% que optaba por Feijóo.

El voto por correo, favorable a PSOE y Sumar

El centro de investigación también aprovechó las encuestas para preguntar a los ciudadanos que ya habían votado por correo en quién habían depositado su voto. Una modalidad que, según las respuestas de los encuestados, fue más favorable al bloque de izquierdas que al de derechas. El CIS apunta que más de la mitad de los encuestados en esta situación optaron por partidos de izquierda (30,9% por el PSOE y 20,16% por Sumar), mientras que el 26,3% votó al PP y el 7,8% a Vox.

Si sumamos los votos declarados por correo y la intención de voto la semana previa a las elecciones, el PSOE contaba con el 28,3% de los apoyos, el PP con el 24,8%, mientras que Sumar se elevaba como tercera fuerza (14,1%) y Vox como cuarta (9,4%). Unos resultados, sin embargo, que finalmente no se vieron reflejados en las urnas. El escrutinio de las elecciones indicó que el 33% votó al PP, el 31,7% al PSOE, el 12,39% a Vox y el 12,31% a Sumar. El CIS tampoco acertó en captar el papel que tendría la abstención en estas elecciones atípicas. El 22 de julio, el 83,2% de los encuestados afirmó a los encuestadores del centro que votaría con toda seguridad, aunque finalmente la participación se quedó en el 70,4%.

Polémicas por las encuestas del CIS

La desviación en las encuestas entre lo que prevén y lo que acaba pasando, y el margen de error de los resultados, no es algo extraño. Sin embargo, las encuestas del CIS son conocidas por levantar críticas y desconfianza desde expertos de las ciencias sociales, tanto por su opacidad metodológica como por resultados que divergen a veces de manera exagerada de otros estudios. Durante la campaña electoral para las elecciones del 23-J, por ejemplo, el CIS era el único organismo que daba la victoria al PSOE, mientras que la mayoría de sondeos se decantaban por una victoria de la derecha. Cabe decir, sin embargo, que las encuestas que daban una abrumadora mayoría a PP y Vox tampoco se acercaron a los resultados finales. De hecho, el escenario actual con opciones de Pedro Sánchez de repetir presidencia no estaba previsto por las encuestas, y el escenario que se ha abierto ahora de cara a la investidura del futuro presidente español tampoco.