El expresident Artur Mas ha pronosticado hoy que habrá negociación entre el Govern catalán y el Estado sobre el proceso independentista, pero será "al final" y dependerá de las fuerzas de que dispongan las formaciones soberanistas". Mas ha hecho este pronóstico en el marco de los Dinars que organiza la Cambra de Barcelona, donde ha dado un repaso ante de un auditorio eminentemente económico de la situación del independentismo.

El exjefe del Ejecutivo catalán ha hecho un esbozo de la situación que se tiene que producir en los próximos meses, pero haciendo tres puntualizaciones, para tranquilizar al auditorio. En primer lugar, ha asegurado que "las instituciones catalanas no forzarán "situaciones de inseguridad jurídica, personales o empresariales". "Si se hiciera así, sería un error estratégico y un disparo al pie del mundo soberanista. Si alguien tiene la tentación que se juegue, mi partido lo impedirá", ha asegurado.

Consecuencias inasumibles

En segundo lugar, que la negociación llegará "cuando Catalunya haya acumulado suficiente fuerza social y política para llegar a constituir su propio Estado". "La negociación llegará sí o sí, porque entonces estaremos hablando de economía, y las consecuencias de un no acuerdo no son asumibles ni para España ni para la UE, ni para Catalunya", ha advertido.

En este punto ha recordado que sin Catalunya la deuda de España representará más del 125% del PIB, lo cual comportaría una presión insostenible sobre la zona euro.

"Habrá negociación, no será al principio, será al final, y dependerá mucho y mucho de la acumulación de fuerzas que sepa conseguir el soberanismo catalán", ha sintetizado.

Desconexión

Previamente, el expresident ha dibujado el panorama que se perfilará los próximos meses en la política catalana a partir de la aprobación de la ley de desconexión. "Será inmediatamente recurrido por el gobierno español y suspendido por el TC. No tardarán ni 24 horas en recurrir y suspender y si se tienen que reunir el domingo, lo harán", ha pronosticado.

A partir de aquí, "se producirá un conflicto no menor de legitimidades y legalidades, es mejor que todo el mundo lo sepa, porque negarlo sería perder el tiempo".

El conflicto continuará, según la exposición de Mas, en el momento en que el president, Carles Puigdemont, convoque el referéndum, cuando las instituciones catalanas harán todo el posible para que se celebre y desde el Estado todo lo posible para evitarlo. "Seguiran usando la vía judicial, como hasta ahora, intimidando, presionando a nivel mediático y a nivel internacional y europeo", ha augurado.

Movilización permanente en la calle

Frente a las cartas que jugará el Estado, ha pronosticado que Catalunya jugará con la movilización en la calle, pacífica, pero no puntual de un día, sino más permanente. "Mucha gente en la calle y más de un día. Esta carta se jugará a fondo".

En el diagnóstico de Mas no ha faltado también el reconocimiento de situaciones que podrían detener todo este proceso como la falta de cohesión interna de las fuerzas soberanistas; que el Estado acepte una negociación sobre el referéndum, lo cual pondría encima de la mesa, fecha, pregunta y condiciones, tal como admitió Puigdemont en Madrid, o bien que se haga una oferta de autogobierno a Catalunya y el Estado la someta a votación. Las tres opciones serían altamente improbables pero posibles, según Mas.

Precisamente, en relación al discurso del Estado sobre la voluntad de dialogar con Catalunya, ha advertido que la condición para que el diálogo sea útil y no una palabra vacía es que no haya condiciones ni líneas rojas.