El expresidente de la Generalitat Artur Mas considera que en el 2010 ya se veía a venir que la sentencia del Constitucional por el Estatut provocaría grandes consecuencias en la política catalana. "Que habría un antes y un después, y que era un volcán devastador se intuía ya en aquel momento", ha dicho en una entrevista en la ACN en motivo del 10.º aniversario del veredicto del TC.

Mas considera que la reunión del 2012 con lo entonces presidente español, Mariano Rajoy, sobre el pacto fiscal fue "la última oportunidad" del Estado para abordar el autonomismo con Catalunya. El expresidente, que considera "superada" la vía estatutaria, ve ahora "difícil" que la Moncloa llegue a acordar un referéndum sobre la independencia: "Todos los indicios son contrarios".

Mas insiste en que la sentencia del TC se "cargó" las partes "más significativas" del Estatut: "Está donde empezó todo, porque lo estropeó todo", ha apuntado, para argumentar que la sucesión de los acontecimientos políticos en Catalunya desde el 2010 los provocó aquel veredicto. El expresidente opina que la decisión del TC hizo ver a una parte relevante de la población catalana que insistir en la vía "puramente autonomista" acababa "chocando" contra la sentencia.

Para Mas, el veredicto advertía que por el autonomismo "no se ganaría nada" y que "no se progresaría en el autogobierno". En vez de "tirar la toalla", mucha gente exigió a la clase política catalana "un cambio de rumbo y de objetivos" para pasar de reivindicar la autonomía a apostar por la soberanía: "La sentencia del TC cambió radicalmente la relación entre una parte de Catalunya y el Estado", sostiene a la entrevista.

El también expresidente de CDC y el PDeCAT subraya que la decisión del Constitucional demostraba que las aspiraciones de autogobierno de Catalunya quedaban "fuera" de la Constitución. Y que, a partir de aquí, o bien se reformaba la Carta Magna española, o bien se apostaba por la vía independentista y "sobrepasar" la Constitución para convertir Catalunya en un estado europeo.

El papel del PP

Mas acusa al PP de ser el "gran responsable" del "desbarajuste" de la sentencia, ya que es el partido que recurrió el texto -aprobado en el Parlament y en un referéndum vinculante. El expresidente recuerda que la vía política y la institucional ya habían acabado, "y con un cierto éxito".

Pero lamenta que el PP quisiera convertir aquella situación en un "fracaso" del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero para hacerlo "derribar" utilizando el Estatuto y Catalunya, "una vez más" y de manera "completamente chapucera". Mas también remacha contra los que ahora dicen que habría que recuperar el Estatuto recortado: "Algunos de ellos son los principales responsables de aquella decapitada".

El 10-J

La manifestación del 10 de julio de 2010 en contra de la sentencia del TC por el Estatut fue "un grito de protesta y de rechazo y, al mismo tiempo, una apuesta propositiva", tal como la recuerda Mas. El expresidente recuerda que se sintió "muy cómodo" con el lema de aquella movilización - Som una nación. Nosaltres decidim-, impulsada por Òmnium y que reunió a un millón de personas en el centro de Barcelona.

Mas asistió como jefe de la oposición, y entonces ya calificó la manifestación de "exitosa". En la entrevista en la ACN ha destacado que también fue el presidente de aquel año, José Montilla (PSC), "poco sospechoso" de ser independentista ni soberanista, tal como ha apuntado.

La última oportunidad

El expresidente de la Generalitat asevera que la "salida" del pacto fiscal era la "mejor" después del "fiasco" del Estatut. Mas se reunió el 20 de septiembre de 2012 con Rajoy para abordar una posible reforma fiscal para Catalunya, tal como la tienen el País Vasco y Navarra. "Eso no ha ido bien", lamentó el entonces jefe del Govern, al salir del encuentro.

Mas opina que aquella fue "la última oportunidad" de la Moncloa para abordar el autonomismo con Catalunya, ya que a partir de entonces una parte significativa de la ciudadanía apostó por la vía independentista: "Los actores políticos españoles desperdiciaron y leyeron mal la situación, y ahora llevamos 10 años de confrontación abierta".

La sentencia del TC del 2010 ha marcado la política catalana de los últimos 10 años. De cara al futuro, Mas quiere que la Catalunya del futuro ya haya ejercido el derecho a la autodeterminación, que se respete el resultado y que pueda convertirse en un nuevo estado. Pero por eso, avisa de que hacen falta "unidad de acción y estrategia soberanista, aliados exteriores, mayorías internas sólidas y determinantes". Unos elementos que admite que no siempre han estado.