El diario marroquí L'opinion, que está considerado bien conectado con el gobierno del país magrebí, ha publicado un editorial mofándose del pequeño paseo que hizo el presidente español, Pedro Sánchez, con el presidente de EE.UU., Joe Biden, y que se había anunciado como un encuentro formal.

En un escrito titulado irónicamente, "Sánchez, el hombre que quería susurrar a la oreja de Potus", el diario afirma que las imágenes del "fugaz" paseo son a la vez "angustiantes" y "conmovedoras". Mientras que Biden marchaba "con paso solemne" y "mirando al horizonte", el presidente español "intentaba murmurarle" propuestas inaudibles que "nos imaginamos que eran pronunciadas con un bonito acento ibérico".

"Sin duda, no sabremos nada sobre el contenido de este intento de conversación sobre la marcha. En cambio, lo que sí sabemos es que fue un intento de enmascarar el fiasco que significó que se rechazara una reunión que el ejecutivo español ha intentado imponer con fórceps al presidente americano", añade. Recuerda que, según los medios españoles, esta reunión abortada tenía que servir para abordar la actual crisis hispano-marroquí, y "tenía como objetivo conseguir la desautorización de la administración Biden del reconocimiento americano de la marroquinidad del Sáhara".

El diario acusa a Sánchez de moverse bajo el "impulso emocional" y con "incapacidad de aprender de los errores".

El opinion

 

El jueves pasado, con altavoces, el Gobierno espanyol anunció la primera "reunión" entre los presidentes Pedro Sánchez y Joe BidenLa tenían que celebrar el lunes en Bruselas, en el marco de la cumbre anual de la OTAN. Tenía que ser un primer contacto, donde conocerse pero también abordar cuestiones diplomáticas y geopolíticas. Al final, sin embargo, quedó en un simple paseo que duró 20 metros y medio minuto, el que los llevó de la fotografía de familia a la sala donde se celebraba la reunión de jefes de Estado y de gobierno.

Según fuentes del Gobierno español, este era el "encuentro" previsto, una "breve conversación" después de la foto de familia. Desde el ejecutivo español remarcaban que "tal como se había señalado previamente, los dos querían saludarse, conocerse personalmente y establecer un primer contacto". Pero desde la misma Moncloa habían generado unas expectativas mucho más elevadas, que fallaron.