Quitando cualquier tipo de mérito a Catalunya, el exministro de Exteriores José Manuel García-Margallo se ha mostrado convencido en El Matí de Catalunya Ràdio de que la Constitución española "le ha ido muy bien" al territorio catalán para ser puntero en varios ámbitos.

Después de que ayer se reuniera durante dos horas largas con el expresident Artur Mas, Margallo ha barrido hacia casa asegurando que si Catalunya "es la primera comunidad en renta, importaciones y exportaciones, turismo..." es, precisamente, gracias a la norma suprema de 1978. Este es el motivo por el cual ha defendido a capa y espada su supervivencia y, también, la razón por la cual ha instado a "actualizarla". Así no morirá.

El derecho a decidir, sin embargo, no está incluido en esta ley fundamental de la 'democracia' y así lo ha querido subrayar Margallo poniendo encima de la mesa que "todos los derechos tienen unos límites reconocidos por la ley que los establece". En este sentido, ha instado al Govern "a hacer mantener y hacer respetar el estado de derecho" y ha insistido en qué "a todos los españoles en su conjunto nos interesa este tema y, por lo tanto, todos tenemos que poder opinar".

El buen negocio

Margallo ha puesto especial énfasis, como es de costumbre, a recordar -y convencer- a los catalanes que "estar dentro de España y de la Unión Europea es un buen negocio" y ha subrayado -otra vez- que "no tiene sentido una Catalunya independiente" porque "no será reconocida internacionalmente".

Sin embargo, el exministro ha negado que el 9-N alguien hablara de suspender la autonomía de Catalunya y, de hecho, ha asegurado que "nadie ha hablado de eso".

Convencido que "la democracia es debate y es diálogo" -por el debate que protagonizaron ayer por la noche con Mas-, el exministro ha emplazado al Govern a "ponernos de acuerdo" en cuestiones como los "salarios dignos" o el sistema tributario, así como "definir [en política] qué es posible y qué no".