Juan Carlos I disfruta de un lavado de cara mediático en España que le permite no guardar las formas. La semana pasada apareció en un partido de tenis de Rafa Nadal en Abu Dhabi para marcar perfil, reivindicarse a pesar de sus corruptelas y avisar de que quiere volver. Ahora, tampoco tiene ningún tipo de vergüenza para lucir uno de sus amigos fieles que está implicado en el tráfico de armas, es un fugitivo de la justicia y no podrá acompañarlo precisamente a España para|por todo su historial.

Busca y captura

Se trata de Abdul Rahman El Assir, busca y captura para no presentarse a un juicio para defraudar 14,7 millones a la Hacienda española el año 2019. También ha sido declarado en rebeldía en Francia por asuntos de corrupción. Desde hace años este traficante de armas guarda una sólida amistad con el borbón. Además, fue uno de los invitados estrella a la boda de Felipe VI y a la de la hija del expresidente Jose María Aznar. Reside desde hace meses en Abu Dhabi y acompaña con frecuencia Juan Carlos I al complejo privado donde vive. Por otra parte, no se deja ver su perfil y encontrar una fotografía actual de él resulta imposible.

Amigo también de Rato y Felipe González

Pero la relación con el emérito no es la única que guarda El Assir. El exvicepresidente del Gobierno y ministro de Economía del Partido Popular, Rodrigo Rato, mantuvo contactos con el traficante de armas. Concretamente, fue con la sociedad Wheelerdale Corporation Sàrl, con sede aLuxemburg, que declaraba tener en el 2019 unos activos de 77,5 millones de euros.

El rastro se pierde el año 2008, cuando su nombre aparece vinculado a un "agujero" de 42 millones de euros al Banco Portugués de Negocios (BNP). Esta noticia recordó los negocios de El Assir a España y su relación estrecha con el expresidente Felipe González o el nieto del dictador Francisco Franco, Francis Franco Martínez-Bordiú. Y, sobre todo, con el rey Juan Carlos.

Al principio de los años 80, el empresario libanés nacionalizado español empezó a ser un personaje habitual en la prensa. Los diarios lo definían como "el hombre que actualmente monopoliza la intermediación de las exportaciones españolas de material militar". L'Assir cerraba tratos de más de 330 millones de dólares con Marruecos o vendía camiones Pegaso en Somalia. Tal como subraya el portal del corazón Vanitatis, "sus fastuosas fiestas en La Baraka, su mansión en Marbella, o en la cubierta del Nabila, el célebre yate con grifos de oro que atracaba en Puerto Banús por alegría de los turistas, ilustraban cada semana las páginas de la prensa rosa".

Su mano derecha

Ahora, Juan Carlos ha convertido en un amigo imprescindible El Assir. "La relación se había enfriado, pero en la soledad de los dos en Abu Dhabi se ha vuelto a fortalecer", asegura una persona próxima a Juan Carlos I por El País. "Es una amistad de hace más de 30 años que nadie ha conseguido evitar", afirma otra fuente consultada en su entorno y que omite dar detalles. El diario también subraya que "uno de los testigos de estos encuentros en Abu Dhabi interpreta que El Assir está utilizando su vieja amistad con el exjefe del Estado como escudo a causa de sus problemas judiciales. Ante estos hechos, un portavoz de La Zarzuela responde que las actividades privadas del emérito ya no dependen de la Casa del Rey. Y Javier Sánchez Junco, abogado del rey emérito, declinó hacer ningún comentario".

 

Fotografía de portada: imagen de recurso de Juan Carlos I con el rey de Bahrain, Hamad Bin Isa Al Khalifa. Las relaciones con los árabes millonarios siempre han sido una constante del emérito.