La Fiscalía presentó ayer una querella contra el presidente del Parlament, Roger Torrent, y también contra tres miembros más de la Mesa: Josep Costa, Eusebi Campdepadrós y Adriana Delgado. ¿El motivo? Haber admitido a trámite la propuesta de resolución que los partidos independentistas presentaron como respuesta a la sentencia del juicio del procés.

La resolución de rechazo a la sentencia del procés que condenaba a más de 100 años de prisión a los líderes independentistas se aprobó con 61 votos a favor, ninguno en contra y 8 abstenciones. Dieron apoyo los diputados de JxCat, ERC y la CUP. Los representantes de Ciudadanos abandonaron el hemiciclo y los del PSC y el PP —que se quedaron— no participaron de la votación. Las abstenciones son de los escaños de Catalunya En Comú.

Un día después, el cantautor Lluís Llach, ha opinado que el apoyo de ERC hacia los querellados, entre los cuales hay miembros de su mismo partido, no es suficiente. "Veo pocos comentarios de mis compañeros de ERC defendiendo a los miembros de la mesa y su President. ¿Por favor, os lo hacéis mirar?", ha tuiteado.

Ciertamente, sin embargo, unos cuantos dirigentes del partido salieron ayer a condenar la denuncia por parte del Ministerio Fiscal. Son un ejemplo la portavoz del partido, Marta Vilalta, la número dos para el 14-F, Laura Vilagrà, la consellera Teresa Jordà, la exiliada Meritxell Serret o los eurodiputados Diana Riba y Jordi Solé, entre otros.

La Fiscalía acusa a Torrent, Costa, Campdepadrós y Delgado de un delito de desobediencia, pide que se tome declaración a los querellados y que se incluya como acusados a las personas que puedan surgir implicadas durante la investigación. Hay que recordar que a pesar de ser querellados por el Estado, Torrent y Costa representan a sus respectivos partidos en las batallas que protagonizaron la última legislatura en episodios como la investidura fallida del president en el exilio, Carles Puigdemont, o la retirada del escaño al president Quim Torra.

Torrent reaccionó advirtiendo la justicia española que "por mucho que intenten censurar debates no podrán esconder las prácticas corruptas de la monarquía" ni tampoco hacerlos renunciar al derecho de autodeterminación. El presidente de la Cámara catalana añadió un mensaje dirigido a JxCat por haber criticado su papel como segunda autoridad del país. "Hemos garantizado que se pueda hablar de todo", constató.