El presidente de Vox, Santiago Abascal, ha saltado a primera línea de la política estatal por el hecho de liderar el partido de extrema derecha cuando la formación está en pleno crecimiento. Un 22 de octubre de 2014, sin embargo, el líder ultraespañolista quedó fascinado por el independentismo kurdo.

En concreto lo hizo durante una visita a la base kurda de Majmur, controlada por el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), una organización que el Estado español considera terrorista, y que comparte muchos puntos de vista con el comunismo libertario y el confederalisme de la CUP y EH Bildu, formaciones políticas que ahora Abascal es partidario de ilegalizar. Además, el PKK también defiende fervientemente la independencia del Kurdistán.

El líder de Vox tildó a las combatientes del PKK de "heroínas" y alabó su lucha antiautoritaria contra Estado Islámico a través de un tuit. "A 4 kilómetros la mujer esclavizada. Aquí libre e igual", escribió.