"Se me ha criminalizado para perjudicarme personal y políticamente", ha afirmado con contundencia Laura Borràs en su uso de la última palabra en el juicio por su gestión a la Institució de las Lletres Catalanes (ILC) del 2013 en el 2016, este miércoles en el TSJC. "No he cometido ningún delito, ni he fraccionado contratos y no renunciaré a mis convicciones de trabajar para una república catalana independiente, sea cual sea la sentencia", ha asegurado la presidenta de Junts, que ha sido interrumpida hasta dos veces por el presidente del TSJC, Jesús María Barrientos, ante la queja de sus abogados Gonzalo Boye e Isabel Elbal. Su intervención no ha superado los 16 minutos.

Borràs ha cerrado su intervención con citas de Martin Luther King y de Mercè Rodorera para exigir justicia, "a pesar -ha añadido- de que muchos dicen que la sentencia ya está escrita" y ha querido expresar su sufrimiento por estos "cinco años de procedimiento penal, 4 delitos y tres instancias judiciales". Con todo, la presidenta suspendida del Parlament ha asegurado que mantiene su integridad, y como enseña a su hija que "la ha acompañado en todo este proceso", ella se define como "una persona trabajadora, honesta y coherente" y, que seguirá trabajando por el país, aunque la sentencia puede implicar el frenazo total de su carrera política.

Elevado castigo

En su intervención, la presidenta de Junts no se ha estado de criticar la “desproporcionada” condena que le pide la Fiscalía. Ciertamente, la fiscal Teresa Duerto no ha modificado la petición de castigo que pide para Borràs: 6 años de prisión y 21 de año de inhabilitación a cargo público al considerar que es autora de un delito de prevaricación en concurso con uno de malversación de fondos públicos por haber concedido 18 contratos a Isaías Herrero, que suman 335.700 euros, sin hacer un concurso público. Duerto ha asegurado que Borràs "ordenó el fraccionamiento de contratos, hizo presupuestos falsos, y se saltó la normativa de contratación".

“Es una acusación inmerecida y han asegurado que había favorecido a un amigo, y no es cierto”, ha asegurado Borràs, que ha recordado que la suspendieron como presidenta del Parlament por este caso “a pesar de que no es corrupción”. Borràs ha insistido a afirmar: “No renunciaré nunca a las letras catalanas y a la independencia de Cataluña” y ha asegurado que su trabajo fue “modernizar una institución de la república catalana”, en referencia que la Institució es una entidad autónoma.

"Pertenezco a un grupo objetivamente identificable"

Borràs ha expuesto que la administración es “garantista y con muchos trámites”, que no ha querido acusar a ninguno de los trabajadores de la Institució que la han incriminado en el juicio, a pesar de que ha añadido que “el miedo es libre”, puesto que Roger Espar inicialmente era investigado por estos hechos. “Pertenezco a un grupo objetivamente identificable”, ha remachado Borràs, haciendo referencia a la sentencia del TJUE, para insistir en su persecución política y que no cejará en su tarea de trabajar por Catalunya.