Daniel Baena, jefe de la investigación de la causa independentista, ha vuelto a sacar hoy, en el juicio al major Josep Lluís Trapero y la cúpula de los Mossos, el Enfocats para demostrar la implicación de la cúpula de los Mossos en el procés. Pero el triplete de abogados Olga Tubau, Cristóbal Martell y Fermín Morales le ha desmontado los argumentos en la sesión de tarde del juicio.

Cristóbal Martell ha tomado el relevo de Tubau y, con su estilo característico, ha llevado al testigo hacia adonde él quería. Hacia a admitir que Pere Soler ni dio órdenes a los Mossos, ni a Trapero, ni tampoco impidió que tuvieran los medios técnicos para el dispositivo del 1-O que necesitaban. Daniel Baena ha dicho, sin embargo, que, según el Enfocats, Soler era uno de los cargos que formaba parte de las estructuras de estado y del engranaje para conseguir la independencia, en su caso a partir de la policía. Lo cual ha provocado una de las escenas más brillantes y al mismo tiempo surrealistas del día y, quizás, también del juicio hasta ahora.

Punteando el Enfocats, ni Pere Soler ni su cargo de director general de la Policía figuran en el documento. Y eso ha hecho sumar puntos hoy a la estrategia de defensa.

 

Durante la última parte de la declaración de Baena, y a preguntas de la abogada de Trapero, quien hiciera todos los atestados de la investigación ha admitido que dejó constancia de que en aquel momento estaba justificado que los mandos policiales enviaran a sus responsables políticos las instrucciones que recibían.

También que los planes operativos para el 1-O preveían no sacar la porra si había resistencia pasiva. Baena también ha acabado admitiendo que de las 37 llamadas que constan en la investigación entre Trapero y Jordi Sànchez la gran mayoría no se responden y en muy pocas de ellas hay conversaciones. Conversaciones que no escuchó, también ha matizado.