La UE ha aplazado finalmente la votación sobre la oficialidad del catalán, el gallego y el vasco. El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, ha tenido que retirar la propuesta al no poder superar los recelos expresados por diferentes países ante una iniciativa que, para prosperar, necesita el apoyo de los 27 socios de la UE. Todavía esta mañana, el ministro ha asegurado que defendería su solicitud de reformar el Reglamento 1, que regula las lenguas oficiales en la Unión para incorporar el catalán, el euskera y el gallego. No obstante, antes de empezar la reunión, los representantes de diferentes países, entre los cuales, Suecia y Finlandia, han insistido en mostrar abiertamente sus reticencias. De hecho, solo Eslovenia se ha pronunciado abiertamente a favor en las puertas de la reunión.

🔴  El catalán en la Unión Europea y en el Congreso, DIRECTO | Reacciones y última hora de la oficialidad

La oficialidad del catalán en la UE fue una de las exigencias de Junts para votar a favor que la socialista Francina Armengol presidiera el Congreso. En caso de no prosperar, puede dificultar mucho las conversaciones para la investidura de Pedro Sánchez. Albares dispone de dos reuniones más, dentro del plazo previsto para votar una investidura de Pedro Sánchez, para conseguir impulsar la iniciativa.

Priorizar el catalán

En la rueda de prensa posterior, Albares ha anunciado que a partir de ahora España sacará adelante su propuesta de forma gradual e impulsará en primer lugar la oficialidad del catalán. Ha argumentado que uno de los puntos que ha provocado más reticencias durante el debate ha sido el hecho de que se planteara incorporar de golpe tres nuevas lenguas como oficiales, por lo que el gobierno español planteará en primer lugar la oficialidad del catalán por delante del gallego y el euskera. Albares ha explicado que es la lengua que más lo ha pedido y la que tiene más hablantes y de hecho figura entre los 15 idiomas más hablados de la UE.

El ministro ha subrayado que con la puesta en marcha de este procedimiento el gobierno español cumple su compromiso; que es la primera vez que se propone formalmente la oficialidad del catalán, el gallego y el euskera; y que, aunque no se ha podido votar por falta de acuerdo, tampoco ha habido ningún país que planteara un veto a la iniciativa.