Rápida respuesta de la CUP al acuerdo entre PSC, ERC, Junts y Comuns sobre el catalán en la escuela. Los anticapitalistas, que en ningún momento han participado de las negociaciones para elaborar la ley ad hoc, consideran que en el nuevo texto pactado la única "innovación" que se incorpora con respecto a la reforma de la ley de política lingüística es el hecho de reconocer la cooficialidad del castellano en las escuelas y su carácter de lengua curricular, lo que según el diputado Carles Riera es otra manera de decir que el castellano "es la lengua vehicular".

"Con eso acaban con la inmersión lingüística y ceden ante la sentencia del TSJC", ha dicho el diputado de la CUP en un vídeo compartido en las redes sociales. De hecho, tan pronto como se ha conocido la propuesta, desde las redes oficiales del partido han considerado que PSC, ERC, Junts y comuns "han mareado a todo el mundo para acabar pactando lo mismo", introduciendo el castellano como lengua vehicular. El texto que han presentado los partidos esta tarde a contrarreloj fija que el catalán es la lengua vehicular, y que "el uso curricular y educativo del catalán y del castellano tienen que estar garantizados y tener una presencia adecuada en los currículums y proyectos educativos".

Justamente poco antes de anunciarse el acuerdo del Parlament, ha salido al atril la diputada cupaire Laia Estrada, que ha recordado cómo su formación se había abierto a negociar este acuerdo siempre que no significara un retroceso para el catalán y siempre que la comunidad educativa pudiera participar de las conversaciones. En su intervención, ya ha alertado de que según los textos que habían recibido por parte de los cuatro partidos, el castellano se reconocía como lengua de aprendizaje.

Cuestión de confianza

Más allá del catalán, otra cuestión que ha abordado Estrada este martes desde el atril es la cuestión de confianza que pactó ERC con la CUP en el acuerdo de investidura de Pere Aragonès, que a estas alturas parece ser papel mojado. Los republicanos han querido deshacerse de este examen bajo el argumento que los anticapitalistas ya no facilitaron la aprobación de los presupuestos y que por lo tanto el acuerdo de investidura quedaba dañado, pero la CUP insiste en la necesidad de que el presidente del ejecutivo pase por esta prueba: "No es para contentar a la CUP, sino por un ejercicio de honestidad de Aragonès ante el país y para que se vean los apoyos verdaderos que tiene. A la CUP se nos llama socios preferentes pero después están los efectivos, y todo esto se podría poner de manifiesto en una cuestión de confianza", ha sostenido la diputada.

Esta intervención ha llegado este martes por la tarde pocas horas después de que Aragonès, al lado del vicepresidente Jordi Puigneró, haya hecho balance de un año de Govern. El presidente ha descartado la moción de confianza mientras que Puigneró ha apostado por aprobar los presupuestos del próximo año con la CUP. Pero los anticapitalistas están muy lejos del Govern y es que consideran que el ejecutivo sólo está llevando a cabo "políticas continuistas" que no sirven para avanzar en el proceso hacia la independencia ni dar un giro hacia la izquierda, y consideran que el Govern está negociando las políticas con los partidarios de la agenda del reencuentro, en referencia al PSC y comuns, como ha pasado esta misma tarde con el acuerdo sobre el catalán.