El giro de guion del Ejecutivo de Pedro Sánchez sobre el Sáhara Occidental. La decisión del Gobierno de enterrar los reclamos de independencia del Sáhara con el fin de dar apoyo al plan autonomista de Rabat del 2007 cogió por sorpresa a la mayoría de partidos del Estado, incluyendo a sus socios de gobierno, Podemos. Ahora, El País, publica la carta con la cual Pedro Sánchez comunicó la decisión de alinearse con Marruecos en la cuestión saharaui a Mohamed VI, rey marroquí. "Tengo el honor de dirigirme a vuestra Majestad para transmitiros algunas ideas importantes para la nueva relación entre los Reinos de Marruecos y España", empieza la misiva de Sánchez, quien remarca que el Estado español cumplirá con su palabra.

En escasos seis párrafos el presidente español desarrolla estas "ideas importantes", las cuales son el cambio de postura de Madrid y la esperanza de mejorar las relaciones entre los dos países. "En este nuevo contexto, tiene mi garantía de que España actuará con toda la transparencia (...). Os aseguro que España siempre cumplirá con su palabra", escribe después de anunciarle al rey marroquí un cambio trascendental en la política exterior española. Sánchez llega a sostener en su carta que la propuesta de Rabat es la más sería y creíble "en el marco de las Naciones Unidas". Un hecho que llama la atención, ya que entre los reproches en Sánchez están el no escuchar la posición de la ONU con respecto al Sáhara.

Del cambio de una política exterior que hace años que se mantenía intacto en España (y dentro del mismo PSOE), a conjurar con esperanza unas futuras relaciones satisfactorias entre los dos países, hay pocas líneas. Sánchez pasa de afirmar categóricamente que la propuesta autonomista de Marruecos es "la más sería, creíble y realista para este diferendum", a expresar su "impaciencia" para reencontrarse con el monarca marroquí para "renovar y profundizar la relación privilegiada entre nuestros países hermanos". De esta relaciona que se renueva después de sacarse la cuestión saharaui del medio, Sánchez destaca algunos elementos: "Reiterar nuestra determinación para afrontar juntas los desafíos comunes, especialmente la cooperación por la gestión de los flujos migratorios en el Mediterráneo y el Atlántico". El cambio de posicionamiento sobre el Sáhara es mencionado constante como un punto de inflexión entre los dos países, sobre el cual construir una nueva relación. Tanto es así que esta es la idea con que cierra Sánchez su misiva al monarca marroquí.

A Ceuta y Melilla

El presidente español tiene programado visitar Ceuta y Melilla este miércoles después de que se haya dado por iniciada una nueva etapa en la relación con Marruecos. El viaje de Sánchez llega diez meses después de la visita a las dos ciudades autónomas en que trasladó a sus autoridades su apoyo ante la llegada masiva de migrantes irregulares, principalmente a Ceuta. Las autoridades de las dos ciudades autónomas ya han expresado su satisfacción por la "nueva etapa" de relaciones con Marruecos. "Cerrar una crisis siempre es una gran noticia", afirmó el día 18 de marzo pasado al presidente de Melilla, Eduardo de Castro, según recopilación Efe.