Unas trescientas personas se han manifestado este miércoles delante las sedes de ERC y el PDeCAT, situadas en la calle Calàbria de Barcelona, para exigir a los partidos independentistas que "no pacten ni se abstengan" con partidos del bloque del 155 ni en la Diputación de Barcelona ni en ninguna otra institución del país, ya sea en el Congreso o en los Ayuntamientos.
Durante la concentración, convocada por la ANC, se ha reclamado unidad a las formaciones independentistas y al mismo tiempo se ha tildado de "traidores" en ERC y JxCat por sus pactos con los socialistas. Durante la protesta, la Asamblea ha colocado 155 sillas en medio de la calzada para ilustrar, precisamente, la traición de los partidos independentistas a sus votantes por los pactos con los socialistas.
Entre los diferentes cánticos se ha podido escuchar "traidores", "Botiflers", "no os votaremos, "1 de octubre, ni olvido ni perdón","No sois dignos del pueblo catalán", "ERC y JxCat la paciencia se ha acabado", y han acabado la manifestación entonando "Els Segadors".
La ANC confía en un acuerdo
Por su parte, la presidenta de la ANC, Elisenda Paluzie, ha asegurado que confía en un acuerdo entre JxCat y ERC a la Diputación de Barcelona que sirva para desbancar a los "dirigentes de la represión", en referencia al PSC. "Estamos a tiempo, esperamos una reflexión", ha añadido la presidenta de la ANC.
En una atención a los medios antes de empezar la protesta, Paluzie ha advertido que la gente que da apoyo a los partidos independentistas y se manifiesta en Estrasburgo, Bruselas, Madrid o donde toque, no puede entender la "división" soberanista y los pactos en el territorio con los socialistas. Según ha declarado la presidenta de la Assemblea la manifestación de hoy ha sido un "toque de atención" a las dos formaciones. Durante sus declaraciones, a ambos lados de la calle Calàbria decenas de personas han seguido gritando a los dos partidos.
De cara a la investidura de Pedro Sánchez en el Congreso, convocada para el próximo 22 de julio, Paluzie ha apuntado que el "mejor mensaje" para enviar al mundo es que España es "ingobernable" si no se inicia un proceso diálogo para resolver conflicto catalán.