El juzgado de instrucción 2 de Girona investiga 23 policías españoles por las cargas del 1-O en diferentes colegios de la ciudad. Según recoge el auto, la mayoría de los agentes actuaron en el colegio Verd pero también hay que intervinieron al Servicio Municipal de Ocupación, al Dalmau Carles, a la biblioteca Ernest Lluch o al Bruguera.

Algunos de estos agentes están investigados para actuar en más de un centro. De momento, no se ha podido identificar por el TIP a ninguno de los guardias civiles que cargaron en Aiguaviva y en Sant Julià de Ramis. Los investigan por delitos de lesiones, daños y torturas, delitos recogidos en la querella colectiva de los tres ayuntamientos. El auto se puede recurrir y los abogados voluntarios sospechan que la fiscalía lo hará, como ya ha ido haciendo a lo largo de todo el procedimiento.

A principios de abril el juzgado ya anunció que citaría a declarar como investigados "todos los miembros del Cuerpo Nacional de Policía y Guardia Civil" a quien los denunciantes (unos 200 heridos) habían podido identificar por número de TIP. Ahora, el juzgado ha dado un paso más y concreta el número de agentes a quienes se puede atribuir alguna actuación denunciada por los afectados durante las cargas.

Agentes identificados

El juzgado identifica hasta 13 policías que cargaron en el colegio Verd. Entre las actuaciones que describe el auto, hay la de un agente que golpeó a un votante y le dijo "aparta de aquí catalufo de mierda" después de saltar la valla del colegio. O la de tres más que agredieron a un manifestante que "incluso estaba inconsciente".

En el colegio Bruguera, el auto identifica a cinco policías. Aquí la mayoría de las víctimas que los denunciaron son mujeres. De hecho, el juzgado, parafraseando las declaraciones de las denunciantes, recoge que uno de los agentes dijo explícitamente "a por las mujeres" y describe que "se rieron de ellas", dieron rodillazos, estiraron pelo y en una de las votantes "le apretó con fuerza el pecho".

En el instituto Dalmau Carles hay cuatro de los agentes que participaron en las cargas investigados. Una de las víctimas era menor de edad y la secuencia de hechos denunciados se repite con puñetazos y patadas propinados por los policías.

En el Ernest Lluch hay un único policía identificado que dio un golpe de porra al ojo de uno de los votantes. Y en  Servicio Municipal de Ocupación hay dos agentes más. En este caso los denunciantes explicaron que los agentes lanzaron expresiones "catalanófobas" como "separatas o rojos de mierda" y que daban golpes al estómago o que a uno de los votantes le golpearon la cabeza contra el suelo.

Agentes no identificados

La querella colectiva también describía agresiones por parte de agentes del Cuerpo Nacional de Policía en el centro cívico de Pedret y al colegio de Taialà, pero no se ha podido identificar a los autores de los hechos denunciados. Lo mismo sucede también con los agentes (en este caso guardias civiles) que cargaron a primera hora en Sant Julià de Ramis (donde debía que votar el president Carles Puigdemont) y los que por la tarde lanzaron gas pimienta a Aiguaviva.

La fiscalía entorpece

La portavoz de los abogados voluntarios, Judit Guirado, ha criticado el papel "proactivo" de la fiscalía a lo largo de la instrucción que, asegura, ha entorpecido el caso con el objetivo de evitar "con todos los medios" que llegara el momento en que los agentes que cargaron contra los votantes tengan que declarar como investigados. El auto no es firme y se puede recurrir.