“Han podido aprobar pocas cosas porque eso del «pieza a pieza» y los acuerdos vemos que les cuesta”. El día siguiente de volver a azotar un revés parlamentario a Pedro Sánchez (que se había desplazado especialmente al Congreso para votar) tumbando la ley que regulaba los alquileres de temporada, Junts per Catalunya reitera su toque de atención al Gobierno. El encargado de advertir a la Moncloa ha sido Josep Maria Cruset, que ha interpelado a Fernando Grande-Marlaska sobre la delegación de las competencias en inmigración que el PSOE y Junts pactaron el pasado mes de enero. Después de que Carles Puigdemont exigiera la semana pasada la delegación “integral” de inmigración y avisara de que Junts no aceptará una “solución a medias”, el diputado juntaire ha advertido al ministro del Interior: “Los otros los tienen muy malacostumbrados y creen que pueden conseguir lo que quieren a cambio de nada, pero el acuerdo dice lo que dice y no nos avendremos a una solución rebajada”. Y ha dejado claro que si el Gobierno “no cumple con Junts”, no podrá contar con sus siete votos. “O cumplen los acuerdos o derrotas parlamentarias, o nuestros acuerdos o sus derrotas”, ha remachado. Cruset ha puesto el dedo en la llaga: ha recordado al PSOE que si ha podido aprobar “pocas cosas”, es porque les “cuesta” negociar “pieza a pieza” (que es la expresión que siempre acuñan desde las filas juntaires) y ha exhortado a los socialistas a evitar que “los ciudadanos se den cuenta de que prefieren sus derrotas antes de facilitar el bienestar de los catalanes”.

 

Durante su intervención, Josep Maria Cruset ha subrayado que el acuerdo entre socialistas y juntaires incluye la delegación “integral” de las competencias en inmigración y ha reivindicado la capacidad de la Generalitat de Catalunya para ejercerlas. “¿Qué temor tiene usted? ¿Tiene miedo de que ejercemos las competencias de manera excelente? ¿Tiene miedo de que evidenciamos la nefasta gestión de la inmigración que hace su ministerio? ¿Tiene miedo de que se vea que nosotros priorizamos el país y las demandas de los ciudadanos? ¿O tiene miedo de que los catalanes podamos ser ciudadanos de primera?”, ha preguntado a Fernando Grande-Marlaska. “Hemos acreditado que somos solventes en el despliegue de nuestro autogobierno, defendemos que el impulso del autogobierno nos acerca a la independencia y no queremos que nuestras políticas de inmigración las decidan desde Madrid”, ha esgrimido.

Marlaska insiste que el control de las fronteras y de los flujos de migración irregular son una competencia estatal

En su respuesta, el ministro del Interior ha mantenido el discurso que expresó la semana pasada, y que fue replicado por Jordi Turull, y ha reiterado que el control de fronteras y el control de los flujos de migración irregular son “competencia exclusiva del Estado y no son susceptibles de ser transferidos o delegados”. Y ha añadido que “hay muchos otros aspectos relacionados con la migración que sí que pueden ser competencia de las comunidades autónomas” y en los que se puede trabajar. Sobre las negociaciones, que Junts quiere rubricar antes de finales de año, Marlaska ha dejado claro que la delegación será “fruto del acuerdo entre formaciones políticas respetando el diálogo en el ámbito parlamentario” y ha expresado el “máximo con respecto a las partes”, la “máxima discreción” en las conversaciones y la “total transparencia” sobre los acuerdos “dentro de la legalidad”.